La polilla del racimo es la plaga más importante y extensa de la vid y su reciente introducción en el continente americano (2008), confirma que sigue en expansión. Actualmente, el seguimiento y evolución de las poblaciones y las recomendaciones para controlar la plaga, constituyen un ejemplo de lucha de precisión adaptada a la gestión integrada. Esta precisión viene requerida por la acción de los productos que actualmente están registrados y recomendados. Esta función la realizan desde hace años las Estaciones de Avisos Agrícolas conjuntamente con las ATRIAS y ADVs, que deben trabajar en equipo con la misma metodología de seguimiento, valoración de las poblaciones y del ciclo biológico de la plaga. En la actualidad, la legislación obliga a aplicar la Gestión Integrada de Plagas y a justificar los tratamientos en los cuadernos de explotación. Por todo ello, es muy conveniente que esta coordinación técnica llegue también a los asesores en GIP que actúan en el territorio de manera individual. Quizás esta necesidad de coordinación de todos los técnicos que actúen en un mismo territorio sea uno de los retos importantes en este momento.

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