Uno de los principales retos a los que se enfrenta la humanidad en las próximas décadas es equilibrar el incremento de demanda de alimentos con la sostenibilidad ambiental del planeta. La agricultura representa uno de los mayores impactos ambientales, y los ratios actuales de crecimiento de la población y de consumo doblarán la demanda de alimentos el año 2050. La "intensificación sostenible" de la agricultura, incrementando rendimientos (kg/ha) y reduciendo simultáneamente el impacto ambiental, responde a estas necesidades.

Es posible incrementar los rendimientos productivos de un 45% a un 70% mejorando las prácticas y la gestión de los cultivos, al eliminar el exceso de fertilización y de irrigación mejorando, a la vez, la producción y la calidad. 

LEER ARTÍCULO COMPLETO