Los cítricos pueden manifestar alteraciones en el desarrollo de la corteza y/o la pulpa del fruto, que generan defectos agronómicos indeseables que reducen significativamente su calidad externa o interna. Las alteraciones que solamente afectan a la corteza presentan defectos externos que, en general, son exclusivamente estéticos y, por ello, no afectan a la calidad interna del fruto (sabor, propiedades nutritivas, etc.). Las alteraciones que afectan a la pulpa modifican el contenido y propiedades de los gajos. En su conjunto, a este tipo de defectos se les denomina alteraciones fisiológicas o fisiopatías.
El origen de estas alteraciones está producido por la interacción entre causas de tipo genético, anatómico y fisiológico con condiciones ambientales (clima y suelo), que determinan la intensidad con que se manifiestan. El origen de algunas fisiopatías está bien caracterizado y, por ello, presentan un control agronómico satisfactorio; otras, sin embargo, suponen todavía un problema productivo importante.

LEER ARTÍCULO COMPLETO