La clorosis variegada de los cítricos es una enfermedad poco conocida causada por Xyella fastidiosa subsp. pauca, la misma bacteria que está destruyendo miles de olivos en el sur de Italia. Esta bacteriosis, transmitida por numerosos cicadélidos, solo ha sido citada en cítricos en algunos países sudamericanos, con pérdidas especialmente importantes en Brasil en la década de 1990. Provoca clorosis foliar, defoliación, decaimiento general de la planta y frutos pequeños no comercializables. Por lo tanto, conviene conocer y prevenir esta grave patología, especialmente ante los nuevos focos de X. fastidiosa descritos en Italia y Francia en los últimos años.

Xylella fastidiosa es una de las bacterias fitopatógenas con más amplia gama de huéspedes, ya que puede afectar a más de 360 especies pertenecientes a más de 200 géneros. Aunque en Europa la bacteria es conocida por los problemas que está causando en olivo en Apulia (Italia), donde no afecta a los cítricos, este patógeno es también responsable de graves daños en varios cultivos, como la vid, los frutales de hueso, el almendro y los cítricos. En 1987 se describió por primera vez en naranjo en el estado de São Paulo, Brasil, una enfermedad que causaba amarilleamiento y a la que se denominó clorosis variegada de los cítricos (CVC). Estos mismos síntomas se habían observado desde 1984 en naranja Valencia cultivada en Argentina, donde se conocían localmente como "pecosita". Se comprobó posteriormente que ambos tipos de daños, los de
"pecosita" y los de CVC, estaban causados por la misma bacteria, X. fastidiosa. La enfermedad se difundió en forma epidémica en la región citrícola de São Paulo, y en aproximadamente cinco años se encontraban infectados más de dos millones de árboles. La severidad de CVC fue incrementándose, llegando a provocar graves pérdidas en la producción citrícola de este estado, estimadas en el 84% en 1992. Desde la observación de la enfermedad ("pecosita") en 1984 en Argentina, y después en 1987 en Brasil (CVC), se confirmó también su presencia en las provincias de Misiones y Corrientes, en Argentina, y en los estados de São Paulo, Paraná, Minas Gerais, Santa Catarina, Rio Grande del sur, Goiás, Distrito Federal, Sergipe, Pará y Bahía, en Brasil, y también en Paraguay, Costa Rica y Uruguay. Sin embargo, desde el principio de la década de 2000 su importancia en Brasil disminuyó tras la detección de huanglongbing (HLB) o greening, que la supera tanto en pérdidas como en dificultad de control.

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