El Comité de Evaluación de Riesgos de la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA, por sus siglas en inglés) sigue sin encontrar pruebas de que el glifosato sea cancerígeno, mutagénico o tóxico para la reproducción. Por contra, la máxima autoridad reguladora de la Unión Europea en la relación de productos químicos con la salud humana y el medio ambiente mantiene la consideración de esta materia activa ?el herbicida de uso más extendido? como tóxica para la vida acuática con efectos duraderos y causante de daños oculares graves.

En un dictamen hecho público el pasado 15 de marzo, la ECHA considera que las evidencias científicas actuales son insuficientes para considerar que el glifosato tiene un impacto cancerígeno, de acuerdo con las exigencias del Reglamento europeo CLP sobre clasificación, etiquetado y envasado de materias químicas (Directivas 67/548/EEC y 1999/45/EC, junto con la enmienda (EC) 1907/2006). Para llegar a esta conclusión el Comité de Evaluación de Riesgos evaluó la literatura científica existente, incluyendo informes de la industria y "todas" las informaciones relevantes recopiladas en el periodo de exposición pública, en el verano de 2016.