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En la revista nº 268 de abril de 2015, se publicó la primera parte de un trabajo dirigido a conocer de qué modo y porqué, la mosca del olivo, Bactrocera oleae, ataca a una determinada variedad de olivo. En aquella ocasión se analizó la sensibilidad varietal con tres parámetros: precocidad, severidad y explosividad. En este trabajo se analizan los mecanismos que influyen en la elección de la variedad por parte de las hembras para realizar la puesta sobre las aceitunas.

NTRODUCCIÓN

Existen distintos estudios que han constatado diferencias de sensibilidad entre variedades en diferentes países, como Italia, en las regiones de Calabria (Iannotta, 1999) y Sicilia (Rizzo y Caleca, 2007), en Turquía (Gumusay y col., 1990), en California (Burrack y Zalom, 2008), así como en España (Aldebis y col., 2002; Barrios y col., 2015). Algunos ensayos han puesto de manifiesto un cierto efecto del riego y otros factores del manejo del cultivo sobre la incidencia de esta plaga (Quesada Moraga y col., 2009; Santiago Álvarez y col., 2009). En todos estos trabajos se ha pretendido establecer alguna relación entre la mayor o menor susceptibilidad observada y alguna característica de los frutos de dichas variedades. Así, algunos investigadores sugieren que variedades de fruto grande, con mucha agua y poco aceite y con pulpa blanda, son preferidas por la hembra de la mosca para realizar la puesta (Gumusay y col., 1990; Rizzo y Caleca, 2007). Esta preferencia podría estar relacionada con un mayor peso final de las pupas y con un menor tiempo requerido para el desarrollo de las larvas (Burrack y Zalom, 2008).

Además, parece ser que en los frutos de mayor tamaño las larvas profundizan más en la pulpa, quedando más protegidas de sus depredadores naturales. Todo ello se traduce en un mayor éxito en la expansión de la plaga y, también, permite explicar el bajo éxito de las estrategias de control biológico mediante parasitoides de las larvas de la mosca (Wang y col., 2009). Por otra parte, algunos estudios realizados en laboratorio constatan un cierto efecto negativo sobre el desarrollo de las larvas según el contenido en determinados compuestos fenólicos de la pulpa de la aceituna (Manoukas, 1993) o con la actividad de determinadas enzimas como la beta-glucosidasa y la peroxidasa (Spadafora y col., 2008). Así mismo, los componentes de la piel del fruto también parecen estar relacionados con la sensibilidad varietal (Kombargi y col., 1998; Vichi y col., 2016). Cabe también destacar los trabajos relacionados con la emisión de compuestos volátiles, provenientes de hojas y frutos, algunos de los cuales tienen efectos de atracción/repelencia sobre las hembras de la mosca del olivo (de Alfonso y col., 2014; Malheiro y col., 2016; Scarpati y col., 1993), efecto que parece ser también utilizado por la hembra para evitar que una segunda mosca deposite sus huevos en el mismo fruto (Loscalzo y col., 1994).

En definitiva, la información disponible hasta la fecha sugiere que podrían existir diferentes mecanismos que, en su conjunto, determinan la preferencia de puesta sobre las aceitunas de una u otra variedad. Así, la emisión de diferentes compuestos volátiles podría actuar como un primer mecanismo de atracción/repulsión a distancia.