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En los últimos años un gran número de parcelas de caqui ‘Rojo Brillante’ se han visto afectadas por un exceso de salinidad. El síntoma más evidente de esta toxicidad es el necrosamiento de las hojas debido a una acumulación de cloruros en las mismas. Estudios recientes llevados a cabo en el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) han mostrado que la toxicidad por cloruros sufrida por el árbol afecta de manera importante a la calidad de la fruta, acelerando su maduración. En este trabajo se ha estudiado la implicación de los cálices en dicho proceso. Además se ha comparado la respuesta de árboles injertados sobre D. virginiana y D. lotus ante las mismas condiciones de estrés salino, evaluando la calidad de los frutos tanto en cosecha como durante el periodo poscosecha. Nuestros resultados revelaron que en los árboles expuestos a condiciones de salinidad, paralelamente a la acumulación de cloruro en las hojas, y por lo tanto a la manifestación de los síntomas, los frutos experimentaron una acumulación de cloruro en el cáliz, lo que estimuló la producción de etileno en este tejido. En los frutos afectados de forma ligera por estrés salino el etileno generado en el cáliz aceleró la maduración llevando a un incremento de la coloración externa y a un descenso de la firmeza. En los casos de condiciones severas de salinidad, los altos niveles de etileno generados en el cáliz desencadenaron la producción autocatalítica de etileno en la pulpa, lo que llevó a un avance drástico de la maduración. En estos frutos altamente afectados, la efectividad del tratamiento con CO2 no fue completa y tuvo lugar un ablandamiento acelerado durante el periodo poscosecha. Además, las condiciones de salinidad redujeron de manera significativa el tamaño de los frutos