El aguacate ha ganado gran popularidad en España, convirtiéndose en un cultivo relevante debido a su alta demanda por sus numerosos beneficios nutricionales. Las regiones de la Costa Tropical de Granada y la Axarquía malagueña son las principales áreas de producción, aprovechando sus condiciones climáticas favorables. Este cultivo no solo contribuye a la economía local, sino que también responde a la creciente demanda de la población por alimentos saludables.
Como es bien sabido, el sistema radicular del aguacate es superficial, con alrededor del 80% de sus raíces ubicadas en los primeros 30 cm de profundidad. Estas raíces carecen de pelos absorbentes, lo que las hace vulnerables a la asfixia radicular y a enfermedades fúngicas en condiciones de exceso de humedad. La absorción de agua y nutrientes se realiza principalmente en las puntas de las raíces, lo que requiere un manejo cuidadoso tanto del riego como de la estructura del suelo.
Para mejorar la producción de aguacate en condiciones de estrés, como la escasez de agua o la salinización de los suelos, es necesario aplicar microorganismos eficientes desde el punto de vista agronómico. Además, es crucial determinar el momento óptimo para su aplicación. De esta manera, se logrará una Biodiversidad Funcional de Microorganismos de Suelo, es decir, obtener los principales beneficios de cada microorganismo en el estado fenológico óptimo del cultivo. Estos microorganismos tienen diversas funciones: promueven el crecimiento vegetal, mejoran la estructura del suelo, aumentan la capacidad de retención de agua y también incrementan el Uso Eficiente del Agua (UEA).