Los cultivos subtropicales en la costa mediterránea andaluza, especialmente aguacate y mango, han crecido notablemente en las últimas décadas, convirtiéndose en un paisaje agrícola característico de Málaga y Granada. Sin embargo, su sostenibilidad se ve comprometida por la escasez de recursos hídricos, el cambio climático y el aumento de la presión fitosanitaria. Plagas como el ácaro cristalino (Oligonychus perseae) en aguacate y la cochinilla blanca (Aulacaspis tubercularis) en mango representan un desafío creciente para los productores. En este contexto, el manejo integrado de plagas (MIP), con el control biológico como pilar fundamental, es clave para reducir el uso de plaguicidas y preservar el agroecosistema. Por ello, en este trabajo se evaluaron las posibilidades que ofrece el control biológico para mitigar el impacto de estas dos plagas.

En primer lugar, se observó que la suelta aumentativa del fitoseido Neoseiulus californicus demostró ser una herramienta eficaz para el control de O. perseae. La combinación de sueltas preventivas y curativas, junto con la dosis adecuada, permitió una mayor instalación del depredador y un control más efectivo del ácaro cristalino. Por otro lado, el coccinélido Rhyzobius lophanthae se destacó como el agente de control biológico más eficiente contra A. tubercularis, mostrando un impacto significativo en la reducción de la plaga y los daños estéticos en los frutos. Estos resultados refuerzan la importancia de diseñar programas MIP basados en la introducción y conservación de enemigos naturales, promoviendo sistemas agrícolas más resilientes y sostenibles. Además, el éxito de estas estrategias subraya el papel fundamental del control biológico en la producción de aguacate y mango en la región.

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