Desde hace pocos años Scirtothrips dorsalis y S. aurantii se presentan como plagas emergentes en varios cultivos de zonas cálidas. En 2024 la expansión de ambas especies por las comarcas costeras mediterráneas de la península y Baleares ha sido vertiginosa, provocando daños en cítricos, frutales varios, hortalizas y plantas ornamentales. Se trata de plagas agrícolas y ornamentales, de difícil avistamiento y control, que están generando preocupación e incertidumbre sobre el futuro de algunos cultivos. Una parte de los cultivos subtropicales, que se encuentran en plena expansión por las comarcas colonizadas por los Scirtothrips, se muestran susceptibles a las nuevas plagas en otros países, donde llegan a producir daños con repercusión económica. Se exponen, a continuación, características de ambas especies que puedan ayudar a identificarlos y al establecimiento de estrategias de control en cultivos subtropicales.
De las aproximadamente 112 especies del género Scirtothrips conocidas a escala mundial, tan solo siete se encuentran citadas actualmente en nuestro país. De ellas, tres fueron descritas (S. canizoi Titschack 1964, S. bournieri Berzosa y Caño 1990 y S. dignus zur Strassen 1986) y una redescrita (S. inermis Priesner 1933) de ejemplares españoles (Titschack, 1964), pudiéndolas considerar como autóctonas. Scirtothrips mangiferae (Priesner 1932) se detectó en arándanos de Huelva en 2011 y en 2019 en placas cromotrópicas de plantaciones de mango de la provincia de Málaga (Martín y col., 2021), sin que se tenga reseña posterior de manifestación como plaga, por haber sido eficaz la erradicación. Las otras dos han sido introducidas en los últimos años, sin que se conozca con exactitud el lugar de procedencia, por más que se asocie el origen de S. dorsalis Hood 1919 a la India y el de S. aurantii Faure 1929 a Sudáfrica. Tampoco tenemos noción precisa de cuál fue el vehículo que les condujo hasta nuestros cultivos y en qué momento llegaron. Tres de las especies autóctonas son propias de espacios somontanos de sierras del centro de la Península, colonizando arbustos, y no se tiene constancia de su presencia en plantas cultivadas. S. inermis se ha mostrado polífago, propio de áreas mediterráneas costeras o insulares con climas templados y se ha constatado como plaga en algunos cítricos del sur de la provincia de Alicante y la zona limítrofe de la de Murcia (Lacasa y col., 1996), en mango y fresón de Canarias (Hernández y col., 2010; Mouraditis y col., 2023) y en cultivos de flores y ornamentales del Sureste peninsular.