Durante la campaña 2020/21, Almería exportó 2.740.895 toneladas de frutas y hortalizas, casi el 80% del total de la producción, por valor de 2.937,9 millones de euros, lo que supone un nuevo máximo en la serie histórica. Así se desprende del Análisis de la campaña hortofrutícola de Almería correspondiente a la campaña 2020/21, publicado por Cajamar, que confirma la solidez de la agricultura intensiva de la provincia y su industria auxiliar y la estabilidad de sus principales indicadores, a pesar del impacto de la crisis sanitaria en el conjunto de la economía y del continuo incremento del coste de la energía, los insumos y la mano de obra.

En términos generales, el informe indica que la pasada campaña cerró con una marcada estabilidad en las principales cifras del sector en cuanto a volumen de producción, ventas y valor generado. No obstante, y como suele ser habitual, el comportamiento de los diferentes productos ha sido desigual en función del volumen de oferta disponible y del comportamiento de los mercados de destino en las diferentes fases de la campaña, y los precios medios han experimentado fuertes oscilaciones a lo largo del período.

Con 578.281 toneladas, el pimiento sigue liderando las exportaciones almerienses con el 21,1% del total; mientras que el tomate, que ha llegado a representar más del 26% de las ventas al exterior, supone en la actualidad menos del 14 %. De los principales destinos de exportación para el sector, Alemania, Francia, Reino Unido y Países Bajos, son las remesas enviadas al mercado británico las que experimentan un mayor crecimiento tanto en volumen (+4,9%) como especialmente en valor (25,8%), a pesar de la incertidumbre generada por el temor a las consecuencias de su salida de la Unión Europea. Otra tendencia que se va consolidando es la progresiva ampliación de los calendarios de exportación, con mayores crecimientos en los primeros meses de la campaña y al final de esta.

El espacio ocupado por los invernaderos en la provincia sigue creciendo a un ritmo moderado (+1,6%), sobre todo en la zona de Levante, hasta las 32.554 hectáreas. Sin embargo, la superficie cultivada total, teniendo en cuenta de forma conjunta los ciclos de invierno y primavera, aumenta de forma significativa (+5,3%), y alcanza las 64.672 hectáreas. Destacan fundamentalmente las nuevas plantaciones de sandía (+17,2 %) y melón (+16,2 %), impulsadas por los buenos resultados obtenidos en la campaña 2019/20. Otros cultivos, como calabacín (+5,9%) y pimiento (+2,6%), también incrementan su superficie, mientras que cae la de berenjena (-4,8 %) y continúa reduciéndose la extensión del tomate (-2,7%), aunque a menor ritmo que en campañas anteriores.

La evolución dispar de los precios a lo largo de la campaña y las inclemencias meteorológicas puntuales han impedido que este crecimiento de las hectáreas en cultivo se traslade en igual medida al resto de variables del sector. Así, la producción global de la horticultura bajo plástico aumenta solo ligeramente (+0,6%) y suma 3.509.459 toneladas, mientras que los ingresos totales obtenidos apenas suben un 0,17% y se sitúan en 2.295,5 millones de euros.

El aumento de la superficie destinada a cultivos explica el notable incremento del volumen cosechado final, como sucede con la sandía (+17,5%) y el melón (+16,2%), mientras que se reducen considerablemente las producciones de tomate (-7,3%), berenjena (-6,1%) y pepino (-4,9%).

Todo ello ha influido en el valor final de la producción, que desciende en aquellos productos que han visto crecer su producción sin que le acompañen las cotizaciones medias durante el ciclo de primavera, como sandía (-18,2%) y melón (-15,4%); y crece ligeramente en aquellos otros que experimentaron cierta merma productiva en las primeras semanas de 2021 a consecuencia del frío, como berenjena (14,36 %) y pimiento (8,8 %).

El Análisis de Campaña de Cajamar incluye una síntesis de los datos más recientes del Tecnómetro que elabora cada año la Fundación Tecnova. Según este informe, en 2020 la industria auxiliar de la agricultura almeriense incrementó su facturación conjunta un 2,4%, hasta alcanzar los 1.306 millones de euros, con los segmentos de biotecnología, plásticos y mallas y nutrición vegetal y fitosanitarios a la cabeza. Por otra parte, el dinamismo del sector continúa generando empleo a buen ritmo (+8,4%), en gran medida de alta cualificación, y amplía su presencia en los mercados internacionales: el 71,7% de las empresas realizan el 21,7% de sus ventas en el exterior.

En la presentación de este informe intervinieron Roberto García Torrente, responsable de Innovación Agroalimentaria de Cajamar, y María del Carmen Galera, directora general de la Fundación Tecnova, que integra a las empresas de la industria auxiliar de la agricultura almeriense. Roberto García subrayó que, tras 21 años desde su primera edición, el documento se ha convertido en una referencia para los agentes del sector, en el que pueden encontrar la información más actualizada e identificar las tendencias de futuro que afectan al desempeño de su actividad.

Asimismo, el director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar insistió en que el gran reto al que se enfrenta la horticultura almeriense es el de la rentabilidad, tras varios años con los costes de producción en aumento. Incrementar el margen de explotación de los agricultores pasa, en su opinión, por seguir avanzando en el desarrollo de nuevos alimentos y bienes que pongan en valor los subproductos generados, la mejora de la sostenibilidad de los sistemas de cultivo y la introducción masiva de nuevas tecnologías digitales en el campo almeriense.

Por su parte, María del Carmen Galera destacó la evolución positiva en el pasado ejercicio de la industria auxiliar almeriense, su papel como impulsora de la innovación y la eficiencia en los invernaderos, su capacidad para generar valor añadido y empleo de calidad y su cada vez mayor implantación en los mercados exteriores.