El proyecto AQUA VID, impulsado por la Universitat de València, la Univeristat Politècnica de València, La Unió de Llauradors i Ramaders y la empresa Aquactiva Solutions, ha logrado resultados prometedores para combatir las enfermedades fúngicas de la vid al conseguir reducir un 50% el número de plantas infectadas con la aplicación de una tecnología basada en el agua electrolizada, a partir de la que se ha desarrollado un desinfectante totalmente inocuo para el ser humano y el medio ambiente, además de muy económico.

La tecnología Aquactiva se basa en el principio de la electrolisis de membrana, que permite producir un biocida a base de ácido hipocloroso altamente eficiente (hasta cien veces más que la lejía), totalmente inocuo y muy rentable (<0,05€/L) utilizando únicamente elementos renovables: agua y sal.

El producto desarrollado en el marco del proyecto para combatir los hongos de la madera de la vid es un biocida natural totalmente inocuo que no requiere transporte, se produce in situ en la propia explotación y puede ser pulverizado o suministrarse a través del propio sistema de riego. La aplicación de la tecnología Aquactiva en cultivos reduce  los patógenos en las plantas (hongos, bacterias, virus y algas), facilita el mantenimiento del sistema de riego, elimina completamente el biofilm de tuberías, el producto final gana en calidad, reduce la demanda de agua, permite reutilizar aguas residuales para riego y reduce los costes de producción, según Grégoire Gaume, director técnico de Aquactiva Solutions, en la jornada de presentación de los resultados de AQUA VID.

José Vicente Ros, investigador de la Universitat de València y coordinador del proyecto, explicó que este se ha realizado en tres ambientes diferentes: in vitro, en vivero y en viñedos, y su objetivo final es encontrar un desinfectante eficaz para proteger la madera de la vid de infecciones provocadas por hongos y reforzar, además, los lazos entre la agricultura y el campo de la investigación. “El proyecto de AQUA VID busca mejorar los resultados económicos de las explotaciones vitivinícolas, donde la actual tasa de infección es alta, al tiempo que favorecer prácticas agrarias cada vez más sostenibles”.

Josep Armengol, responsable científico del proyecto por la UPV, apuntó que “los tratamientos demuestran su potencialidad para prevenir infecciones del hongo de la madera en vid, tanto en laboratorio, vivero o campo, y conviene seguir investigando para mejorar su rendimiento”.

María Teresa Chafer, directora general de Política Agraria Común de la Conselleria de Agricultura de la Generalitat Valenciana, destacó la necesidad de colaborar “por el interés común con el conjunto del sector agrario valenciano y analizar cómo transferir ese conocimiento de la investigación para que sea una realidad que se plasme en el campo”.

Por su parte, Mª Dolores Real, vicerrectora de Innovación y Transferencia de la UV, destacó “la importancia de desarrollar un proyecto de colaboración público privada y la investigación multidisciplinar e interuniversitaria que se ha derivado del mismo, que ha permitido convertirlo en un caso de éxito”.

Luis Javier Navarro, vicesecretario general de La Unió de Llauradors i Ramaders, agradeció que el proyecto “haya tenido una aplicación real en el campo, en concreto en el sector de la vid”, a la espera poder verlo extendido a muchos cultivos en el futuro inmediato.