Centenares de agricultores y ganaderos se concentraron ante la oficina de la Comisión Europea en Madrid, convocados por ASAJA, para protestar por la nueva Política Agraria Común que entrará en vigor en 2023, y que para la asociación refleja “el ninguneo que esta institución viene demostrando con los verdaderos protagonistas de la agricultura europea”.
Con el lema Si no estamos en el campo, no habrá nada en la mesa, ASAJA denuncia que esta nueva PAC “perjudica nuestros intereses y se ha orquestado de espaldas al campo”. Entre las razones para la concentración, apunta que detrás de las propuestas europeas de reducción de tratamientos fitosanitarios y uso de fertilizantes, se “esconden, tras unas bonitas frases, una lista de limitaciones y restricciones para la agricultura productiva que se han fijado con un único interés ideológico y sin ninguna base científica”.
“La Comisión y los grupos eco-radicales quieren imponer esta agenda a toda costa, a expensa de la agricultura productiva europea. Ni el COVID ni la Guerra de Ucrania, ni el aumento de los costes, ni la inflación, suponen para ellos ningún motivo de reflexión”, critica ASAJA en un comunicado.
La asociación agraria sostiene que Europa “fuerza la balanza a favor de un medioambiente impuesto por determinados grupos de presión con enorme fuerza y tirón populista, tanto en la Eurocámara, como en la Comisión, con un vicepresidente Timmermans claramente posicionado con las tesis más radicales de Greta Thunberg”. Y apunta a que muchas de sus decisiones, como la aprobación del glifosato, “no están basadas en criterios científicos, con una aplastante mayoría de opiniones y dictámenes favorables, sino por posiciones demagógicas y populistas impulsadas desde sectores que buscan la desaparición de la agricultura productiva en Europa para sustituirla por una agricultura decorativa”.
Para ASAJA, la nueva PAC “es un retroceso, que reduce presupuesto, añade burocracia y complica enormemente el trabajo de los agricultores y ganaderos, que somos los que al final tienen que aplicar ese galimatías de papeleo y que, no lo olvidemos, somos los que producimos alimentos para toda la sociedad”. Y advierte de que en diez años, más de la mitad de los actuales agricultores ya no estarán al frente de la explotación y “sin embargo, los jóvenes apenas encuentran incentivos para continuar o instalarse en la actividad agraria”.
La concentración se produjo aprovechando unas jornadas sobre la PAC organizadas en la Oficina de la Comisión Europea en España, en la que, según ASAJA, no se invitó a los agricultores y ganaderos. Miguel Minguet, representante de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), que secundó la protesta, aseguró que “hemos dejado clara la hipocresía de la Comisión Europea que hace una legislación para los agricultores pero sin contar con ellos. No nos han dejado entrar a la reunión sobre la PAC porque saben que descubriríamos sus vergüenzas y les diríamos que esto no tiene ningún sentido. Todas estas propuestas ‘De la Granja a la Mesa’ son un despropósito que al final no tratan más que de desmontar el sector productor europeo con el objetivo de importar libremente de terceros países. Lo que necesita Europa es seguridad alimentaria y pueblos prósperos con población. Su planteamiento filosófico nos aboca a un futuro muy negro que no sabemos si futuros gobiernos podrán revertir. Tenemos que ser capaces de parar este disparate antes de que sea demasiado tarde”.
“El 1 de enero tendremos que tragar con una PAC diseñada por burócratas que excluyen de sus propuestas la opinión de los auténticos productores de alimentos, sin entender que no hay sostenibilidad posible si no se garantiza rentabilidad para los agricultores y ganaderos”, manifestó Donaciano Dujo, presidente de ASAJA Castilla y León, que también asistió a la concentración.