Los responsables de la sanidad vegetal de Chipre ya cuentan, gracias a la colaboración y asesoramiento del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias, con el permiso para importar y liberar la próxima primavera a Tamarixia radiata, el parasitoide de Diaphorina citri, el vector del HLB que llegó a la isla el pasado verano.
La colaboración se ha puesto en marcha después de una visita de varios científicos del IVIA para conocer in situ la situación real del vector en Chipre. El centro de investigación lleva años trabajando con la Universidad de Florida y la Universidad de Riverside (California) en el estudio de este parasitoide y elaborando la documentación necesaria para anticiparse a la llegada del psílido, el vector más peligroso y agresivo del HLB, sobre todo tras alcanzar sus poblaciones el Mediterráneo; por el momento, Israel y Chipre. El objetivo del IVIA y el Servicio de Sanidad Vegetal de la Comunidad Valenciana es acortar los plazos para poder introducir una especie exótica, un proceso que se puede prolongar varios años, como ocurrió con un parasitoide del mismo género, Tamarixia dryi, liberado en otoño de 2019 para el control de Trioza erytreae, el otro vector de la bacteria causante de la enfermedad más devastadora de los cítricos.
Ahora, toda esta documentación, necesaria para que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación autorice la importación y liberación de T. radiata si el psílido alcanza la península, y los contactos con la Universidad de Riverside, han servido para que Chipre pueda agilizar la puesta en marcha de un programa de control biológico clásico. Su previsión es realizar las sueltas la próxima primavera, momento idóneo para intentar reducir las poblaciones de D. citri.
T. radiata ya se ha introducido en Brasil, Florida y California, regiones citrícolas que lidian desde hace años con el HLB. Su nivel de parasitismo dista mucho del logrado por T. Dryi, aunque ejerce una función importante en la limitación de las poblaciones del vector. Sin embargo, los investigadores del IVIA se muestran optimistas con el control que podría ejercer en la citricultura mediterránea. Porque el uso de insecticidas que puedan interferir en la fauna auxiliar es menor, y porque los ejemplares importados procederían de los insectarios de California, donde la avispilla está actuando con mayor eficacia que en Florida.
Tamarixia radiata ya se ha introducido en Brasil, Florida y California, regiones citrícolas que lidian desde hace años con el HLB
Ante la presencia del psílido en el Mediterráneo, el conseller de Agricultura de la Comunidad Valenciana, José Luis Aguirre, ha pedido al Ministerio de Agricultura que solicite a la Comisión Europea un refuerzo de los controles en fronteras de material que podría transmitir enfermedades y plagas de alto impacto, así como la paralización de importaciones de cítricos de países donde ha habido interceptaciones de plagas y patógenos importantes mientras no puedan garantizar la seguridad fitosanitaria de sus envíos.
Por su parte, La Unió Llauradora también reclamó al ministerio que inste a las autoridades europeas a “establecer e implementar una auditoría sobre un plan de prospección” en los países de la cuenca mediterránea de la Unión Europea con cultivos susceptibles a la presencia del D. citri, con el objetivo de garantizar la ausencia del insecto y, en caso de detección, asegurar que los países apliquen los protocolos correspondientes para su control.