El sector agroalimentario sigue reaccionando a la estrategia ‘de la granja a la mesa’ presentada por la Comisión Europea. La multinacional Bayer propone que los objetivos de reducción deben abordar los posibles riesgos asociados al uso de fitosanitarios y no los volúmenes utilizados, mientras que la Asociación Nacional de Fabricantes de Fertilizantes (ANFFE) considera que no se debería limitar el uso de fertilizantes, sino tener en cuenta otros aspectos como las mejores prácticas de fertilización.

Bayer, líder mundial en el sector de fitosanitarios, ha emitido un comunicado valorando la propuesta europea, en el que aboga por establecer objetivos de reducción “cuantificables y realistas” y defiende que la atención debería centrarse no tanto en la reducción de volúmenes de plaguicidas utilizados, sino en el desarrollo de sistemas agrícolas sostenibles. “La sostenibilidad de cualquier sistema agrícola - ecológico o convencional - depende en gran medida de las herramientas de las que disponga el agricultor y de cómo se utilicen. Tanto la agricultura ecológica como la convencional deben seguir desarrollándose para ser verdaderamente sostenibles. De hecho, es necesario reducir aún más la huella ambiental de la agricultura convencional. Sin embargo, incentivar la agricultura ecológica, debido a su menor productividad, provocará cambios adicionales en el uso de la tierra dentro y fuera de la UE. En lugar de definir objetivos cuantitativos para la agricultura ecológica, creemos que es necesario aportar lo mejor de ambos mundos a un nuevo modelo agrícola, que esté basado en la ciencia”.

En la misma línea, ANFFE propone centrarse en otros aspectos, como las mejores prácticas de fertilización, la difusión de tecnologías y los servicios de apoyo al agricultor, la utilización de fertilizantes especiales que mitiguen las pérdidas de nitrógeno y de fertilizantes diseñados para cultivos específicos, así como el empleo de métodos de agricultura inteligente y de herramientas avanzadas de diagnóstico. “Los fertilizantes son indispensables para la producción agraria y para la salud humana y sin su aporte la producción agrícola se reduciría drásticamente y los suelos se agotarían, ya que los nutrientes que se consumen en la cosecha deben ser restituidos periódicamente. Los fertilizantes minerales ayudan a optimizar los rendimientos de los cultivos, a mantener los suelos sanos y fértiles a largo plazo y a lograr una producción sostenible de alimentos de buena calidad, teniendo en cuenta que gracias a su uso actualmente es posible alimentar a la mitad de la población mundial”, reivindica la asociación empresarial en un comunicado.

En lugar de reducir los fertilizantes utilizados, ANFFE propone otras medidas, ya defendidas por la asociación Fertilizers Europe, como mejorar la eficiencia en el uso del nitrógeno, aumentar simultáneamente la eficiencia en el uso del fósforo, adoptar un enfoque adaptado a los diversos climas, suelos y sistemas agrícolas de la UE y favorecer el reciclado y reutilización de nutrientes.