Un estudio de Agrotecnio, centro de investigación adscrito a la Universitat de Lleida, demuestra que el parámetro que mejor permite ajustar la dosis de los tratamientos fitosanitarios en cultivos frutales y viñedo es el área foliar total (LAI), cuyo valor se puede estimar fácilmente a partir de la altura y la anchura de la copa de la planta y del estadio fenológico de la plantación.

Con el título Bases for pesticide dose expression and adjustment in 3D crops and comparison of decision support systems acaba de aparecer una extensa revisión de los investiogadores Santiago Planas de Martí, Carla Roman, Ricardo Sanz y Joan Ramon Rosell-Polo publicada en la revista Science of The Total Environment.

“Limitar el uso de plaguicidas químicos es uno de los objetivos prioritarios de la política europea. A tal objeto, las autoridades promueven diferentes estrategias como la reducción de las dosis mediante su ajuste al escenario de control y el empleo de pulverizadores de alta eficiencia. Para el ajuste racional se precisa que la dosis venga referida a parámetros de la plantación a tratar y la desaparición de las formas tradicionales basadas en la concentración de caldo (%) o la superficie de cultivo (ha-1). Por ello, en la evaluación de eficacia de productos, la Organización Europea y Mediterránea de Protección de las Plantas propone el empleo de las formas de expresión basadas en la superficie de pared foliar (LWA) o el volumen de vegetación (TRV). En el artículo se demuestra que las nuevas formas representan una mejora sustancial, pero el área foliar total es el parámetro que mejor permite ajustar la dosis”, explica Planas de Martí.

En este trabajo también se comparan los distintos sistemas de ayuda al ajuste de la dosis en frutales y viñedo. El sistema DOSA3D, desarrollado por Agrotecnio y basado en la estimación del área foliar, es el más conservador de entre los sistemas estudiados. Sin embargo, a pesar de las diferencias existentes, los distintos sistemas permiten una decisión racional sobre el volumen de pulverización y las dosis de plaguicidas, por lo que los autores proponen a las autoridades que promuevan el empleo de un sistema armonizado, por lo menos, a nivel nacional. Al respecto, destacan la situación existente en países como Francia y Suiza, donde los servicios oficiales disponen ya de sus propios sistemas de ajuste para tratamientos en frutales y viñedo.

El artículo propone que en la evaluación de eficacia de los productos fitosanitarios se cuantifique la deposición de producto sobre el objetivo tratado. La deposición, expresada por unidad de superficie foliar o de masa vegetal, corresponde a la dosis efectiva de referencia a la que todo tratamiento debería aproximarse. “Existe amplísima experiencia en el estudio de deposiciones, según ISO 22522:2007, en los centros I+D españoles y europeos. Los costes analíticos del estudio son insignificantes en comparación con el gasto asociado a la aprobación de nuevos productos. Contrariamente, su conocimiento es de enorme valor para afrontar la máxima racionalidad y sostenibilidad exigidas por las nuevas directrices europeas”, aconseja Planas.