El grupo operativo PITAMED, que impulsa la producción sostenible de la pitaya en zonas mediterráneas, promueve un enfoque integral de la gestión fitosanitaria, que prioriza el control biológico por conservación, el diseño agronómico preventivo y el manejo climático en invernadero. Juan José Hueso, especialista en Fruticultura de la Estación Experimental Cajamar Las Palmerillas, en El Ejido (Almería), participa en este proyecto y es uno de los ponentes del Encuentro Innovaciones y Retos en Sanidad Vegetal de Frutales Subtropicales, que se celebrará el 13 y 14 de mayo en el Salón de Actos de TROPS (Vélez-Málaga).

Hueso hablará sobre las plagas, enfermedades y fisiopatías que afectan a este cultivo y a otros dos frutales subtropicales: papaya y maracuyá. El cultivo de la pitaya (Hylocereus spp.) está presente en Canarias desde hace veinte años, aunque su introducción en la península, principalmente en la costa andaluza y el levante, ha sido más reciente. En los últimos años se está experimentando un importante auge en su cultivo, lo que va asociado a nuevos desafíos en sanidad vegetal. Aunque actualmente la incidencia de plagas y enfermedades es baja, PITAMED pretende actuar de forma preventiva, estudiando las principales afecciones fitosanitarias del cultivo y estableciendo protocolos sostenibles para su control.

Así, este proyecto de cuatro años que se encuentra en su ecuador (2023-2027), aborda amenazas como pulgones, antracnosis, ojo de pez y pudriciones, además de plagas como trips o cochinillas. Con la información recopilada, PITAMED elaborará una guía técnica de manejo integrado de plagas y enfermedades para la pitaya, que recogerá protocolos y estrategias de control sostenible, fomentando la adopción de buenas prácticas agrícolas y la resiliencia sanitaria del cultivo.

El proyecto, que está cofinanciado por la Unión Europea (80%) y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (20%), cuenta con una dotación de 594.475,12€. En él participan, entre otras entidades, Fundación Grupo Cajamar, la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería (COEXPHAL), el Cabildo Insular de Tenerife, la Universidad de Almería, el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) y Anecoop.

Actualmente se reconocen 17 géneros y 25 especies de agentes fitopatógenos que afectan a la pitaya. En España, el pulgón es la plaga con más incidencia. “Aparece sobre los botones florales, flores y frutos en los que se observan picaduras, manchas (melazo y negrilla) y mudas. Las hormigas realizan una labor de dispersión, pastoreo y protección frente a enemigos naturales, por lo que es importante limitar su acceso al cultivo”, explica Hueso.

Otra plaga emergente en el cultivo son los trips, que se refugian en las escamas del fruto, por lo que su control con fitosanitarios es difícil. Estas especies afectan a los botones florales, provocando su caída prematura, y a flores y frutos, en los que destruyen las células, causando deformaciones. Con el crecimiento del fruto se incrementa el tamaño de las lesiones, formando cicatrices de color marrón que pueden afectar a todo el fruto en los ataques más severos. Estos daños han hecho que entre el 20% y el 80% de la fruta no sea comercializable con poblaciones elevadas. PITAMED va a evaluar la efectividad del uso de setos de biodiversidad y sueltas de enemigos naturales para su control.

En España, el pulgón es la plaga con más incidencia en este cultivo subtropical

También se han encontrado cóccidos como Diaspis echinocacti infestando los cladodios, que pueden llegar a pudrir totalmente con poblaciones altas, pero no afectan a los frutos. Se han observado depredadores de forma natural, como el coccinélido Rhyzobius lophanthae, que pueden emplearse en estrategias de control biológico contra esta plaga.

En cuanto a las enfermedades, destaca el ojo de pez causado por Botryosphaeria dothidea, que se caracteriza por la aparición de una mancha con forma circular en el cladodio de color rojizo, que al crecer se va tornando de color anaranjado hacia el exterior. Se suele dar en todos los inviernos y a mediados de primavera las manchas suelen desecarse y no evolucionan más.

Otras enfermedades asociadas al cultivo son la antracnosis (Colletotrichum spp.), que puede afectar tanto a cladodios como frutos; podredumbres del tallo ocasionadas por bacterias del género Enterobacteria en condiciones de bajas temperaturas y humedad alta; podredumbres del fruto (Botrytis spp.) y el Cactus virus X.

Por último, la fisiopatía más relevante es el rajado de la epidermis del fruto, que tiene lugar cuando este alcanza su madurez. También la insolación directa del sol sobre los cladodios en verano con temperaturas altas provoca daños que pueden ser severos y comprometer el cultivo.

Promovido por la editorial Phytoma, en colaboración con la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA) y TROPS, Innovaciones y Retos en Sanidad Vegetal de Frutales Subtropicales es el primer Encuentro dedicado exclusivamente a la sanidad vegetal en los cultivos subtropicales, que se enfrentan en la actualidad a importantes retos y amenazas: la expansión de la superficie y la introducción de especies exóticas han provocado la aparición de nuevas plagas y enfermedades, que encuentran un ambiente propicio para su desarrollo en un contexto de aumento de temperaturas y escasez de agua debido al cambio climático.

SUBTROPICALES BANNER 800x200