El 17º Symposium de Sanidad Vegetal cerró sus puertas en una edición que superó los 1.200 asistentes. En la clausura, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, subrayó la necesidad de continuar la labor de propiciar un uso sostenible de los productos fitosanitarios y recalcó que España comparte los objetivos ambientales marcados por la Unión Europea, pero considera que la necesaria transición ecológica se tiene que abordar junto al sector, con criterio y teniendo en cuenta sus particularidades. Estos cambios, afirmó, “hay que afrontarlos al lado de los agricultores. Y me satisface que esta retirada haya sido el punto de partida para un nuevo diálogo con una presencia más activa de todos los actores implicados”.
Planas detalló que el ministerio impulsa ocho proyectos en el ámbito de la sanidad vegetal agraria, dentro de la línea de ayudas a proyectos innovadores, que suman 4,5 millones de euros en ayudas, orientados principalmente al viñedo, frutales, olivar y cultivos hortícolas. También mencionó las nuevas técnicas de edición genómica, que suponen una gran oportunidad para desarrollar cultivos más resistentes a enfermedades o con características que aporten mayor valor añadido. Para el ministro, estas tecnologías pueden jugar un papel clave en la capacidad de adaptación del sector agrario al cambio climático y la protección del medioambiente. Por este motivo, España defiende una normativa que permita a Europa aprovechar esta oportunidad tecnológica, en condiciones de seguridad.
Por otra parte, aseguró que España reivindica, en todas las negociaciones y foros internacionales, la reciprocidad en los acuerdos comerciales con terceros países, para exigir a los productos importados unos estándares de producción similares a los que se utilizan en la Unión Europea. Para evitar la entrada de plagas y otros riesgos, Planas se comprometió a intensificar y reforzar los controles en frontera, especialmente en los productos agrarios de terceros países.
De cara a promover un uso más sostenible de fitosanitarios, el ministerio ha puesto en marcha herramientas como el registro electrónico de transacciones de productos fitosanitarios, para llevar a cabo actuaciones concretas, por sectores o incluso por zonas, al disponer de información actualizada y exacta de la situación sobre el terreno. Esta herramienta es un ejemplo de las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías para mejorar la eficiencia de la actividad agraria. El ministro se refirió también al Cuaderno Digital de Explotación (CUE), una piedra angular que ayuda a los agricultores en sus procesos de toma de decisiones, y a las administraciones para disponer de información más precisa y actualizada para poder articular políticas adecuadas. España apuesta por la aplicación voluntaria e incentivada del CUE. “Estoy convencido de que esta medida, junto a otras como el real decreto de formación y asesoramiento, van a ser un elemento importante para el sector agrario de cara al futuro”, afirmó Planas.
Precisamente, el CUE protagonizó la tercera jornada del Symposium. Para David Sánchez, Jefe del Área de Innovación y Gestión Financiera del FEGA, “el gran cambio en esta herramienta ha sido su formato, pasando de su registro en papel con el que ya llevábamos trabajando desde hace diez años, a uno digital, que nos permitirá disponer de datos que nos ayudarán en la toma de decisiones”. En este contexto, Sánchez remarcó “la necesidad de hacer atractiva esta herramienta y que el resultado de su aplicación afecte directamente en la eficiencia de las explotaciones”.
En esta misma línea se desarrolló una mesa de trabajo para analizar el futuro del Cuaderno Digital, exponiendo sus ventajas, pero también sus debilidades. Con respecto a esto último, los participantes de la mesa fueron especialmente críticos. David Nafrías, jefe del Área de Desarrollo Tecnológico en ITACyL, puso sobre la mesa el erróneo enfoque de la administración al presentarlo como una herramienta administrativa y no como una agrícola. “El CUE no puede resolver la PAC, debe hacer su propio camino, sí estructurarse con elementos comunes, y avanzar en aspectos que se requieren desde la PAC, pero no reemplazarla”. Asimismo, planteó a los representantes del ministerio la “necesaria armonización de los registros e identificadores claros, la interoperabilidad entre herramientas digitales, y especialmente, poner en el centro al agricultor y al asesor técnico, y no únicamente las necesidades de la administración”. A estas demandas, Carlos Romero, subdirector adjunto de Sanidad e Higiene Vegetal y Forestal, recordó que el CUE es una herramienta necesaria que tiene que aportar valor añadido tanto a las administraciones como al propio sector y por tanto una oportunidad, “pero también somos conscientes de los retos y por ello tenemos que seguir trabajando las administraciones para lograr una implementación correcta”.
La sanidad vegetal es la herramienta clave que tenemos para garantizar nuestras producciones, y sobre todo, para lograr la sostenibilidad, por ello no podemos permitir que nos reduzcan esa caja de herramientas sin ofrecernos alternativas
Por el momento, se abre un nuevo periodo de voluntariedad en su aplicación. “Creemos que es el paso correcto en el contexto actual para facilitar el objetivo que buscamos todos, que es disponer de un cuaderno digital sencillo, simple, ágil y flexible que aporte valor añadido”, argumentó Romero, que remarcó que desde el ministerio son conscientes de las necesarias mejoras que se han planteado en la mesa de trabajo, y que se irán implementando poco a poco.
Otro de los debates fue el de la soberanía alimentaria en Europa. Carlos Palomar, director general de AEPLA, recordó las diferencias que existen a la hora de registrar productos en Europa con respecto a otros países competidores, lo que sitúa a la UE en desventajas. “La sanidad vegetal es la herramienta clave que tenemos para garantizar nuestras producciones, y sobre todo, para lograr la sostenibilidad, por ello no podemos permitir que nos reduzcan esa caja de herramientas sin ofrecernos alternativas o excepcionalidades que nos permitan adaptarnos al cambio climático”, reclamó Pedro Gallardo, diputado en el Congreso y agricultor. José María Cobos, subdirector general de Sanidad e Higiene Vegetal y Forestal del ministerio, puntualizó que en España existen 4.000 usos menores para productos fitosanitarios, lo que permite cubrir muchas de las necesidades del sector.
En total, en el 17º Symposium de Sanidad Vegetal se celebraron 24 ponencias donde se abordaron aspectos como la reglamentación europea, las nuevas técnicas genómicas, las nuevas plagas, los fitosanitarios de bajo riesgo, el biocontrol, el cuaderno digital de explotación, la figura del asesor técnico y las claves para la soberanía alimentaria en Europa. Todo ello, además de doce conferencias comerciales, donde se presentaron en primicia soluciones innovadoras en materia de sanidad vegetal.