La detección del fosetil de aluminio (fosetyl-Al), fungicida no autorizado en cultivo ecológico, a pesar de no haberse utilizado, está provocando la paralización de lotes de pistacho orgánico durante meses, e incluso la pérdida del sello ecológico. Así lo ha denunciado el Consejo Europeo del Pistacho, que solicita a la Comisión una modificación del reglamento para sortear este bloqueo.

Fosetil-Al es un fungicida organofosforado sistémico de amplio espectro introducido hace cuarenta años y no autorizado en producción ecológica. Se usa generalmente para controlar Phytophthora, Pythium, Plasmopara y Bremia en una amplia variedad de cultivos. Está formado por tres moléculas de etilfosfónico y un átomo de aluminio, una molécula poco estable, que se descompone rápidamente dentro de las plantas en ácido fosfónico, cuyas sales se denominan fosfonatos. Debido a esta naturaleza, en el Reglamento n° 834/2007, que recoge los niveles máximos permitidos de fosetyl-Al, se especifica que se analicen sus residuos como la suma de fosetyl-al, ácido fosfónico y sus sales.

El Consejo Europeo del Pistacho denuncia que esta norma provoca que se detecten trazas de fosfonatos en lotes analizados, y se descalifiquen como ecológicos, a pesar de no haberse utilizado el fungicida. Además, la detección obliga al organismo certificador a activar la paralización del lote e investigar la causa de aparición del residuo para descartar el fraude. Estas investigaciones suelen durar meses, lo que afecta a la comercialización del producto.

Según la asociación, la presencia de los fosfonatos puede deberse a varias causas, compatibles con la agricultura ecológica. Por ejemplo, la degradación de fertilizantes potásicos compuestos por fosfito potásico, que estuvo autorizado en producción ecológica hasta 2013. “Los productos a base de fósforo (tanto el fosetyl-al como los fertilizantes potásicos) pueden ser absorbidos por el cultivo y almacenados en estructuras de reserva en cultivos perennes, pudiendo removilizarse y por tanto aparecer en fruto hasta varios años después de su aplicación, con motivo de situaciones de estrés vegetal. Se conocen casos de aplicaciones mientras estuvo permitido, que han dado lugar a detecciones años más tarde”, argumenta la asociación.

También existen riesgos de que en la elaboración de ciertos fertilizantes foliares con alto contenido en potasio se emplee fosfito potásico. También puede darse el caso de contaminaciones por aplicación en parcelas contiguas, con manejo no ecológico, donde el empleo de fosetyl-Al está permitido. Otro origen posible de la aparición de restos de fosfonatos es el suministro de insumos externos a la explotación, ya sean materias orgánicas a granel, ya sea insumos comerciales, vendidos como aptos para la producción ecológica, que vienen contaminados con fosfonatos sin que el operador tenga conocimiento de ello. Finalmente, en la manipulación y transformación del producto, si las medidas de control no son adecuadas, puede producirse una mezcla de lotes que contengan la sustancia y contaminen al resto.

El Consejo Europeo del Pistacho va a solicitar a la Comisión Europea una modificación del reglamento, que “tenga en cuenta las realidades de los productores de pistacho y no les penalice”.