El Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias ha desarrollado, mediante cruzamientos por polinización con variedades portadoras de genes de resistencia, tres variedades de arroz resistentes a la piricularia que, además, presentan un buen rendimiento productivo. El año pasado ya se solicitó la inscripción en el Registro de Variedades Comerciales de una de ellas.

La piricularia (Magnaporthe oryzae) es un hongo que afecta a las plantas de arroz. La sensibilidad a la infección varía entre las diferentes variedades; el arroz Bomba, una de las variedades más antiguas que se cultivan en la Comunidad Valenciana, es una de las más susceptibles. En 2022, la enfermedad tuvo una incidencia importante en las plantas de esta variedad, particularmente en el nudo de los tallos, lo que mermó considerablemente la producción de la cosecha.

El control de la enfermedad es una tarea difícil por la escasez de productos fungicidas autorizados, la dificultad de la detección precoz de la infección y la posible aparición de resistencia del hongo a los productos activos de los fungicidas. El uso de variedades resistentes es la mejor estrategia, pero generar plantas resistentes resulta complejo por la alta tasa de mutación del hongo, que burla fácilmente las defensas de la planta. Aun así, a lo largo de los años, los programas de mejora de variedades han aumentado la resistencia en las variedades actuales. De esta forma, la calidad de grano que presenta Bomba, con un contenido en amilosa alta, se puede encontrar en las variedades Albufera y Regina, que son mucho más productivas y más resistentes a piricularia. Sin embargo, la mayoría de las variedades modernas que se cultivan en la Comunidad Valenciana presentan una resistencia moderada al hongo, y el IVIA trabaja para generar nuevas variedades resistentes mediante métodos clásicos y modernos, como la edición genómica.