El IVIA ha identificado un posible enemigo natural del trips de la orquídea, el depredador autóctono Franklinothrips megalops, que en laboratorio ha sido capaz de cerrar su ciclo alimentándose exclusivamente de Chaetanaphothrips orchidii. El instituto de investigación agraria ha llevado a cabo un ambicioso proyecto para tratar de ampliar el conocimiento de esta reciente plaga, que afecta a los cítricos de la Comunidad Valenciana, para desarrollar diferentes métodos de control y lograr una mejor gestión.

En los seguimientos realizados en parcelas con incidencia de trips de la orquídea, se ha observado con relativa frecuencia la presencia de F. megalops, citado como depredador de otros trips y ácaros en varios cultivos y en distintas zonas geográficas del mundo. Los adultos de los trips depredadores del género Franklinothrips recuerdan a las hormigas y se comportan de forma parecida a éstas. Los investigadores del IVIA han demostrado su eficacia como depredador en laboratorio, donde es capaz de cerrar su ciclo alimentándose exclusivamente del trips de la orquídea. Los estudios de campo previstos se han tenido que retrasar a causa del estado de alarma, tal como explicó a Phytoma Alejandro Tena, uno de los investigadores que participan en este proyecto. “Aunque llevamos dos años de seguimiento continuado que se verá reducido al mínimo durante este periodo, esperamos poder volver en junio, que es cuando las poblaciones del trips vuelven a incrementarse y producen los daños”, afirmaba Tena a finales de marzo, durante las primeras semanas de confinamiento.

Toda la información obtenida por el IVIA se ha recopilado en una página que ofrece información sobre la identificación y biología del trips de la orquídea, los daños que produce, los métodos de muestreo y umbrales de tratamiento recomendados, así como los  métodos de control biológico, culturales y químicos, tanto en producción integrada como ecológica.

Además de F. megalops, también se ha observado en los meses de junio y julio la presencia de ácaros fitoseidos depredadores en los frutos con trips, en aquellas parcelas con una buena gestión integrada de plagas. Sin embargo, la presencia de estos disminuye drásticamente con las altas temperaturas del verano.

Teniendo en cuenta que este trips muestra preferencia por lugares refugiados de la copa donde hay órganos en contacto, como los frutos, los investigadores afirman que todas aquellas operaciones que faciliten la aireación y la entrada de luz en el interior de la copa del árbol, principalmente por medio de podas, dificultarán la instalación de poblaciones de la plaga. Además, estas medidas favorecen la eficacia de los posibles tratamientos fitosanitarios para el control de esta plaga.

Como parte del ciclo biológico del trips transcurre en el suelo, la instalación de coberturas de láminas de film plástico, u otras cubiertas que impidan su pupación en el suelo, en la superficie de debajo de la copa pueden aumentar su mortalidad. Los investigadores recomiendan no plantar variedades sensibles, como las naranjas del grupo navel o los pomelos, en zonas con alta incidencia de esta plaga.

En cuanto al control químico, las materias activas eficaces son etofenprox, tau-fluvalinato y spirotetramat. Los tratamientos se deben realizar sobre los focos, si están bien delimitados.

Chaetanaphothrips orchidii se manifiesta por la presencia de manchas broceadas, más o menos redondeadas, en la zona de contacto de los frutos, que van adquiriendo una tonalidad más oscura a medida que el fruto se desarrolla. La plaga se encuentra presente en el cultivo durante todo el año, pero las poblaciones más numerosas se dan de mayo a octubre. La falta de información sobre esta plaga ha dificultado, hasta el momento, el desarrollo de un programa para su control.

Imagen: Hembra de Franklinothrips megalops (J. Catalán, IVIA).