Un estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias y la Universidad de Bolonia revela que la activación de las defensas en las plantas de tomate mediante el volátil de hoja verde (Z)-3-hexenil propanoato [(Z)-3-HP] puede reducir el daño causado por el depredador zoofitófago Nesidiocoris tenuis. Aunque este agente de control biológico es altamente eficaz contra diversas plagas del cultivo de tomate, su comportamiento fitófago puede resultar problemático al ocasionar daños significativos, como la deposición de callosa y la muerte celular en las plantas. Estos efectos pueden obstruir el transporte de nutrientes y provocar abortos florales o el marchitamiento de brotes tiernos.

Este mírido, pieza clave en las actuales estrategias de Gestión Integrada de Plagas (GIP) en tomate, puede dañar las plantas como resultado de su comportamiento fitófago cuando el nivel de presa es bajo, lo que puede provocar que se llegue a tratar con plaguicidas para reducir y limitar sus daños. En este estudio, publicado recientemente en Biological Control, se ha comprobado cómo la exposición de las plantas de tomate al (Z)-3-HP activa mecanismos defensivos, regulando la expresión de genes relacionados con la síntesis y degradación de callosa. Así, este proceso reduce la cantidad de callosa depositada en los tejidos de la planta, lo que resulta crucial para limitar el daño tisular y mantener la funcionalidad del sistema vascular de la planta.

Además, se ha observado que la exposición al (Z)-3-HP desencadena una respuesta molecular significativa en las plantas, incluyendo el aumento de las defensas antioxidantes a través de la regulación al alza de genes que codifican enzimas como el ascorbato peroxidasa y las glutatión S-transferasas. Estas enzimas son fundamentales para neutralizar las especies reactivas de oxígeno (ROS) y gestionar eficazmente el estrés oxidativo. Esto contribuye a la resistencia de las plantas frente al ataque de fitófagos y refuerza los mecanismos de reparación tisular necesarios para la recuperación y continuidad del crecimiento normal de las plantas.

Hace cinco años, en el Encuentro Internacional Phytoma dedicado al tomate, la investigadora del IVIA Meritxell Pérez-Hedo, una de las autoras del estudio, ya habló sobre cómo aprovechar el lenguaje de las plantas para mejorar el control de plagas en tomate. Entonces, afirmaba que “desde la investigación que estamos llevando a cabo en el IVIA empezamos a tener resultados sólidos para poder implementar alguno de estos volátiles como una nueva herramienta sostenible y biorracional de control de plagas basada en la comunicación entre plantas para la protección de un cultivo tan importante como el tomate”.