Los ataques de pulgón y un final de año cálido han afectado a la producción de cardo en Navarra, según ha informado INTIA. A la espera de los resultados finales, se espera que la campaña de este año sea algo inferior a las 9.680 toneladas que se recogieron el año pasado, con un rendimiento que cada año suele rondar las 45 toneladas por hectárea.
El pulgón se ha convertido en la principal amenaza por los muchos ataques de esta plaga registrados en algunas parcelas, con daños importantes y descensos notables en la productividad. Son varias las especies de pulgón problemáticas para el cardo. Las principales son Brachycaudus cardui (pulgón de la alcachofa), Aphis fabae (pulgón negro de las habas) y Capitophorus sp., aunque también puede aparecer Myzus persicae (pulgón verde del melocotonero). Se trata de insectos con capacidad de parasitar a numerosas especies vegetales, entre las que se encuentra el cardo, y en cuyas plantaciones forman plagas. Las hojas de las plantas con colonias de pulgones se enrollan, pierden su color verde y se secan. También invaden las cabezuelas, lo que provoca una considerable pérdida de valor de la cosecha.
Por otro lado, esta campaña ha estado condicionada por las altas temperaturas de finales de año, que han adelantado el ciclo de cultivo, lo que a su vez ha ayudado a un desarrollo fuerte de la planta con mayor vegetación. Las gélidas temperaturas registradas en las últimas semanas han contribuido a posibles daños por helada en algunas hojas de los cardos, especialmente en peores condiciones de atado.
INTIA destaca que del cardo se suele aprovechar aproximadamente el 30% de lo que llega a fábrica después del procesado y la limpieza, un destino que en el caso de Navarra se emplea para conserva y congelado. Se trata de un aprovechamiento relativamente bajo en comparación con otros cultivos. Además, es uno de los pocos cultivos cuyas variedades autóctonas se destinan a la industria. Para la industria congeladora se emplea el Blanco de Peralta y para conserva, el Verde de Peralta. “Es un cultivo que tiene una extensión muy limitada y con un nicho de mercado más reducido, pero el cardo sigue siendo una seña de identidad y tradicional de esta zona, una hortaliza de calidad y protagonista de muchos platos de invierno”, afirma Iñigo Arozarena, responsable de horticultura de INTIA.
La superficie de cultivo de este producto ha sumado un total de 224 hectáreas en Navarra, una extensión similar a la del año anterior. Los principales municipios en los que se cultivan cardos son Peralta, Funes, Valtierra, Azagra, Falces, San Adrián y Tudela. Para Arozarena, que se mantenga la superficie cultivada es la “mejor noticia” porque demuestra “que se apuesta por este cultivo, ya que hay una continuidad de demanda por parte del mercado, la industria y el sector productivo”.