Un equipo del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (IMIDA) estudia el trasplante mecanizado de arroz como posible alternativa para asegurar la producción de la variedad ‘Bomba’ y reducir la incidencia de Pyricularia oryzae. Los primeros resultados apuntan a que con este sistema se puede acortar el ciclo vegetativo, reducir la incidencia de la principal enfermedad de este cultivo y mejorar el rendimiento de la cosecha, que podría alcanzar los 3.400 kg arroz cascara/ha.

La variedad ‘Bomba’ es de ciclo corto y ahijado escaso, talla alta, poco productiva, no tolera excesos de abonado y es muy sensible a la piricularia. A iniciativa del Consejo Regulador Denominación Origen Calasparra, y coordinado por el IMIDA, se está llevando a cabo el proyecto GO ArrozInnova, entre cuyos objetivos está el comparar la siembra directa tradicional con el trasplante mecanizado. Un artículo publicado en la revista Phytoma presenta los resultados del primer año de experiencias.

Con la siembra directa tradicional, el ciclo del arroz es de 135 días en la D.O. Calasparra, con un período vegetativo de unos 60 días; el reproductivo, de 35 días; y el de maduración, de treintas. Las primeras panículas aparecieron el 30 de julio. Con el trasplante mecanizado, se acorta el ciclo a 110 días, gracias principalmente a que el primer periodo dura 45 días, si bien antes del trasplante las plantas tienen que estar en el semillero unas tres semanas.

Respecto a las infecciones de P. oryzae, las parcelas de siembra sufrieron mayores ataques del hongo, con diferencias estadísticamente significativas con respecto a las parcelas de trasplante gracias, según los investigadores, a una mayor aireación. “En las parcelas de trasplante, ya que había menor densidad de plantas que en las parcelas de siembra, las condiciones de humedad relativa no permitieron el ataque de piricularia”.

En cuanto al rendimiento, las espigas de las plantas trasplantadas tuvieron más granos que las plantas de siembra. Además, la calidad del grano obtenido en las parcelas de trasplante fue alto y con una uniformidad mayor que en las parcelas de siembra, y las muestras de arroz procedentes de plantas trasplantadas presentaron un ligero aumento de proteínas en todas las parcelas de los ensayos. “Con el trasplante se puede acortar el ciclo y se puede reducir la incidencia de la enfermedad en el cultivo del arroz Bomba, si bien son necesarios más años de pruebas para definir unas recomendaciones que sean precisas para los productores”, concluyen los investigadores.