Un estudio reciente del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias y la Universidad de Florida ha demostrado que el tratamiento con homobrassinolide (HBr) puede retrasar significativamente la progresión del HLB en árboles jóvenes de naranja dulce (Citrus sinensis). Los árboles tratados con este brasinoesteroide (compuestos que actúan como reguladores de crecimiento vegetal) mostraron una tasa de infección del 25% a los seis meses de ser tratados, en comparación con una tasa de infección del 100% en los árboles no tratados.

El estudio, publicado en la revista Plants, revela que el tratamiento con HBr induce una respuesta inmune en los árboles y afecta negativamente a la instalación y la supervivencia del psílido asiático de los cítricos, Diaphorina citri, vector principal del HLB. El hallazgo ofrece a la industria citrícola una nueva herramienta para mejorar la resiliencia de los árboles jóvenes frente al HLB. Los investigadores sugieren que los tratamientos con HBrs podrían integrarse en estrategias de manejo integrado de plagas y enfermedades, y señalan la necesidad de investigar más sobre sus mecanismos de acción y el papel potencial en estrategias de gestión agronómica más amplias.

Aunque este avance no representa una solución completa al HLB, una enfermedad bacteriana incurable, supone una buena opción para proteger los árboles jóvenes después de eliminar las cubiertas protectoras individuales en Florida, lo que puede prolongar la vida útil de los árboles infectados por HLB.

Esta colaboración internacional de los investigadores del IVIA Meritxell Pérez-Hedo y Alberto Urbaneja con Fernando Alférez, doctor en Biología por la Universidad de Valencia e investigador en la universidad norteamericana, se ha extendido a la Comunidad Valenciana, donde el IVIA ha iniciado los ensayos de campo para evaluar el efecto y la integración de los tratamientos con HBrs en los sistemas productivos actuales de cítricos en la región.

En 2020, Alférez participó en un seminario organizado por el IVIA para explicar cómo la citricultura del Estado del sureste norteamericano hace frente a sus dos principales enemigos: el HLB y los huracanes.