El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha asegurado que España intensificará sus gestiones ante las instituciones europeas para que en las relaciones comerciales con terceros países se apliquen las denominadas ‘cláusulas espejo’, de tal forma que se exija a los productos importados las mismas condiciones de producción que rigen dentro de la Unión Europea para las producciones propias, en cuanto a seguridad alimentaria y preservación del medio ambiente.

Planas, que hoy asiste al Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea, se ha comprometido a incidir en la necesidad de avanzar en la reciprocidad, porque “queda mucho por hacer y es necesario abrir un debate sosegado en torno al tema que tanto preocupa al sector agrario”. La estrategia europea De la Granja a la Mesa fija unos estándares en las condiciones de producción que representan un compromiso en la lucha contra el cambio climático y la preservación del medio ambiente, y, según el titular de Agricultura, “es absolutamente lógico que los productos que se importen deban cumplir las mismas condiciones. Para España es un asunto prioritario”.

Junto con la consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica de la Comunidad Valenciana, Mireia Mollá, el ministro mantuvo una reunión en Valencia con la Interprofesional Citrícola Española (Intercitrus), las principales organizaciones profesionales agrarias y Cooperativas Agro-alimentarias de la Comunitat Valenciana, donde este asunto es causa de especial preocupación por la entrada de cítricos que se importan de terceros países, así como por los riesgos de que puedan ser foco de transmisión de plagas que afecten a los cultivos locales.

En septiembre, Planas realizó una petición por escrito a la Comisión Europea, firmada conjuntamente con la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, para pedir que los cítricos sean considerados productos “muy sensibles” a efectos de los nuevos acuerdos comerciales que suscriba la Unión Europea o la renovación de los existentes, y que no haya más concesiones.

España también ha solicitado que se aplique un tratamiento en frío a productos como las naranjas de terceros países que pueden portar la polilla del naranjo. En este sentido, el ministro ha considerado como un importante paso adelante que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria haya reconocido que las medidas actuales no son suficientes.