Por el momento, la península ibérica está libre de HLB, la enfermedad más devastadora para los cítricos a nivel mundial, pero no de la psila africana (Trioza erytreae), uno de los dos insectos vectores que transmiten la bacteria que la causa.
Este insecto fue detectado en Galicia en 2014 y se está extendiendo de norte a sur de Portugal, aproximándose peligrosamente a las zonas citrícolas de El Algarve y Andalucía. Un proyecto liderado por el IVIA prevé introducir próximamente Tamarixia dryi, un parasitoide procedente de Sudáfrica, para intentar reducir las poblaciones del vector y contener su expansión.
Este parasitoide originario de Sudáfrica, como T. erytreae, ya se introdujo en los años setenta en la isla Reunión, con resultados muy satisfactorios, ya que durante años fue reduciendo la población de la psila africana hasta prácticamente hacerla desaparecer. Ahora, se va a probar esta estrategia de control biológico clásico antes de que alcance las zonas citrícolas de la península; hasta la fecha, ya se han descubierto focos a menos de 200 km de El Algarve y Huelva.
Durante este último año, los científicos del IVIA y del ICIA han conseguido demostrar que Tamarixia dryi es un parasitoide específico de Trioza erytreae, y no parasita a psílidos nativos. Actualmente están evaluando la eficacia del parasitoide en laboratorio y se espera que a lo largo del presente año, una vez se hayan analizado y presentado todos los resultados al Ministerio, se obtenga el permiso para poder liberar en la península ibérica. Así lo explicaron Alberto Urbaneja y Alejandro Tena, investigadores del IVIA, durante una jornada sobre control biológico en cítricos organizada por Caixa Rural Torrent.
Esta investigación surge de varios proyectos. Por una parte, el proyecto nacional ‘Métodos de control y contención de Trioza erytreae, vector del huanglongbing de los cítricos’, coordinado por Urbaneja y financiado por el Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias (INIA). El objetivo de este proyecto es la puesta a punto de un programa de contención y control de en todas las zonas citrícolas españolas. Además del IVIA, participan el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA), el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (IFAPA), el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA), el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias de Cataluña (IRTA) y la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT). Por otra parte, el IVIA participa en el proyecto europeo 'TROPICSAFE', donde coordina la investigación relacionada con la gestión integrada de los vectores del HLB. En este proyecto participan instituciones de más de quince países, muchos de los cuales están afectados por el HLB.
El HLB, huanglongbing o ‘greening’ provoca la muerte de los árboles en pocos años, además de una pérdida del potencial productivo de las parcelas desde los primeros años de la infestación. La enfermedad está provocada por tres bacterias que no han podido cultivarse en laboratorio y son transmitidas por dos psílidos: Diaphorina citri, que transmite Candidatus Liberibacter asiaticus y Candidatus Liberibacter americanus; y Trioza erytreae, que transmite Candidatus Liberibacter africanus. En algunas regiones citrícolas de Estados Unidos, México o Brasil, la incidencia de la enfermedad está siendo devastadora. En todos los casos, desde la aparición del vector, la llegada de la enfermedad ha sido sólo cuestión de tiempo.
Urbaneja explicó los diferentes tipos de control biológico (clásico, aumentativo y por conservación) y recordó algunos casos exitosos de introducción de enemigos naturales en cítricos, que además del menor impacto medioambiental han supuesto un enorme ahorro en tratamientos fitosanitarios. “Las plagas más problemáticas actualmente son las que tienen un control biológico menos satisfactorio”, aseguró.