La Comisión Europea ha aprobado un nuevo reglamento que amplía las zonas de contención de Xylella fastidiosa en Francia, allí donde las autoridades consideran que la erradicación de la bacteria ya no es posible.

La modificación que introduce el Reglamento de Ejecución (UE) 2025/2231 responde a la evolución de la situación fitosanitaria en la región de Occitania, al sur de Francia, donde la enfermedad se ha establecido de forma persistente a pesar de los esfuerzos de erradicación aplicados en los últimos años. A partir de la entrada en vigor del reglamento, varias zonas francesas pasan oficialmente del estatus de erradicación al de contención, lo que implica un cambio de estrategia en la gestión de la plaga.

El régimen de contención se aplica cuando la erradicación completa de la Xylella ya no es factible. En estos casos, las medidas se orientan a limitar la propagación de la bacteria dentro y fuera del área afectada, reforzando la vigilancia y el control de los insectos vectores, pero flexibilizando ciertas restricciones en comparación con las zonas de erradicación. En lugar de eliminar sistemáticamente todas las plantas hospedantes en un radio amplio alrededor de los positivos, las autoridades aplican medidas de muestreo, control de movimientos y seguimiento intensivo.

La bacteria está presente en Francia desde 2015, cuando se detectó por primera vez en la isla de Córcega, principalmente en plantas ornamentales de Polygala myrtifolia. Posteriormente, se identificó también en el continente, en regiones como Provenza-Alpes-Costa Azul y Occitania, asociada a la subespecie multiplex. A pesar de las intensas campañas de erradicación y vigilancia, los focos se han mantenido y ampliado, lo que ha llevado a las autoridades francesas, en coordinación con la Comisión Europea, a adoptar un enfoque de contención en parte del territorio.

Este organismo de cuarentena es prioritario para la UE: los Estados miembros deben mantener programas de vigilancia activa, especialmente en zonas con condiciones climáticas favorables y especies hospedantes sensibles como el olivo, el almendro, la vid o numerosos cultivos ornamentales.

En España, se encuentra presente desde 2016 y su manejo combina actualmente zonas bajo medidas de erradicación y otras bajo contención. En Baleares, donde la bacteria está ampliamente distribuida y se han detectado varias subespecies, se aplica un programa de contención, mientras que en la Comunidad Valenciana se mantiene la estrategia de erradicación. En Portugal, hay actualmente 22 zonas demarcadas activas desde la primera aparición de la bacteria en Oporto, hace seis años.

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