La decimocuarta edición del simposio internacional FRUTIC, celebrado el 30 de junio y 1 de julio en Alboraya (Valencia), ha reunido a un centenar de profesionales para compartir las últimas tecnologías en producción hortofrutícola.

Organizado por el  Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias, el congreso internacional se ha especializado en traer “las novedades tecnológicas en producción de fruta, desde análisis de datos a todas las herramientas que nos pueden ayudar a hacer una agricultura más precisa y sostenible”, según explica el presidente de su Comité Científico, José Blasco Ivars. El investigador del IVIA destaca de esta edición los avances en “robotización en agricultura, tecnologías poscosecha para análisis de la fruta, no sólo de la calidad externa, sino interna, para determinar, por ejemplo, el sabor de la fruta, su potencial de vida útil, las posibilidades de comercialización. También hay muchos trabajos que se centran en producir de manera mas sostenible y orientado a una calidad final del producto mejor”.

Los ponentes principales de FRUTIC han sido David Bernardo López Lluch, de la Universidad Miguel Hernández de Elche, y Amauri Rosenthal, de la Universidad de Reading (Reino Unido). El primero explicó las “cuatro esferas de calidad de un producto agroalimentario”: la seguridad alimentaria, la capacidad del producto de satisfacer las necesidades de los consumidores (“no compramos comida porque tengamos hambre; es por el placer”), la vinculación del producto a su lugar de origen (“¿producimos para nosotros o para exportar?”) y la sostenibilidad (“¿cuántos productos hacen mención al cuidad de sus trabajadores?”). Por su parte, Rosenthal habló en su ponencia sobre tecnologías emergentes de procesamiento no térmico para frutas tropicales.

En la inauguración, Rodofo Canet, director del IVIA, destacó el trabajo elaborado en los departamentos de Agroingeniería y Tecnología Poscosecha del centro de investigación, mientras que Mª Teresa Cháfer, directora general de Política Agraria Común, reiteró el compromiso del Gobierno autonómico con los objetivos de sostenibilidad del Pacto Verde Europeo.