La flavescencia dorada, una grave enfermedad del viñedo causada por un fitoplasma que desorganiza el funcionamiento de las cepas y provoca su muerte, ha sido detectado en varios municipios de Pontevedra y Ourense situados en la frontera con Portugal. La Conselleria do Medio Rural de la Xunta ha establecido la zona demarcada por el brote e impuesto las medidas para su erradicación.

El Diario Oficial de Galicia (DOG) ha publicado la resolución por la que se declara la presencia del patógeno transmitido por el cicadélido Scaphoideus titanus. Por el momento, el organismo ha sido identificado en plantas aisladas de Arbo, Creciente y As Neves, en la provincia de Pontevedra, y Padrenda, en Ourense. La zona demarcada, que incluye la zona de infección y una zona tampón de 2 km, se extiende también a parcelas de A Cañiza, Salvaterra de Miño, Salceda de Caselas, Tui y Tomiño. Previamente, la enfermedad había sido detectada en Portugal, en zonas próximas a la frontera con Galicia.

Dentro de la zona demarcada, los propietarios de las parcelas afectadas deberán aplicar un tratamiento insecticida y las plantas afectadas deberán ser arrancadas y destruidas in situ. Si no es posible, deberá realizarse en un rodal próximo, por incineración o por algún otro método autorizado. Además, en caso de que la parcela afectada tenga más de un 20% de plantas sintomáticas, deberán arrancarse y destruirse todas las plantas de la parcela en caso de que las plantas afectadas no estén agrupadas.

Los viveros y operadores profesionales dentro de la zona demarcada tendrán que inmovilizar de manera cautelar el material de vid (Vitis spp.) hasta su inspección oficial. Asimismo, deberán aplicar un tratamiento insecticida autorizado y destruir todos los lotes infectados siguiendo un procedimiento específico. También deberán eliminar las plantas o lotes sospechosos de portar la enfermedad, aunque no presenten síntomas.

Por último, entre otras medidas preventivas, es necesario arrancar y destruir todas las plantaciones abandonadas de las zonas demarcadas, así como eliminar las plantas silvestres del género Vitis spp. y aquellas que puedan ser portadoras de la enfermedad.

Originaria de América del Norte, la flavescencia dorada está muy extendida en varios países europeos, como Italia, Francia y Suiza. En Cataluña, donde se detectó por primera vez Girona en 1986, no se localizaba desde 2013, hasta que reapareció hace un año. Ante la ausencia de medidas terapéuticas eficaces, la lucha contra la enfermedad se basa en la utilización de material vegetal sano, el control del vector y la destrucción de las viñas contaminadas.