El chinche apestoso marrón, Halyomorpha halys, plaga originaria de Asia que se observó en Cataluña por primera vez en 2016, ha continuado expandiéndose y, aunque los primeros años sólo afectaba a las áreas verdes urbanas, ya está causando daños en cultivos frutales y hortícolas, sobre todo en Girona.

Así lo ha constatado la reunión del Comité de Seguimiento que analiza la evolución de esta especie invasora y los estudios desarrollados para establecer las medidas más adecuadas de control. Esta primavera está siendo más lluviosa de lo habitual y podría provocar un incremento de la presión de esta plaga, según el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat (DACC) y el IRTA. Ya se han detectado ejemplares de H. halys en cultivos de frutales y Sanidad Vegetal espera que este año los daños sean mayores. En primavera, termina su hibernación y se traslada a jardines y cultivos para alimentarse, donde se nutre principalmente de hojas, tallos y frutos.

A diferencia de los años anteriores, la primavera de 2021 fue muy seca, no favoreció el desarrollo de este insecto y las poblaciones se mantuvieron en general bajas. Sin embargo, en zonas húmedas de las comarcas del Gironès y la Selva, en la provincia de Girona, se encontraron poblaciones numerosas de H. halys que provocaban daños en plantaciones frutales. En la comarca de la Selva, los daños se detectaron en diferentes especies de frutales en el estadio de cuajado del fruto. En el Gironès, los daños se detectaron en plantaciones de manzano en el momento de la cosecha en Bordils, en perales en Campllong y en varios frutales en Llambilles. En el Baix Llobregat, en Gavà, a pesar de tener una población muy baja, se encontraron un centenar individuos en pimientos en cultivos al aire libre.

Se trata de una plaga muy polífaga que en Europa se ha encontrado ya en más de cien géneros de plantas, y puede producir muchas pérdidas económicas en cultivos frutales (melocotón, pera, manzana, avellana), hortícolas (pimiento, tomate), extensivos (maíz, soja) y ornamentales. Los daños que ha originado en otros países europeos, sobre todo Italia, son muy graves. En Cataluña, se ha detectado en 185 municipios.

Durante la campaña de este año, Sanidad Vegetal advierte de que habrá que prestar especial atención a las parcelas donde durante el año anterior hubo daños, y en todo el conjunto de parcelas donde se detectó el insecto o se sospecha que existe. Además, recuerda que es necesario eliminar todos los ejemplares del insecto para evitar que se reproduzcan y generen poblaciones más altas que vuelvan a entrar en las casas durante el otoño y causen daños en los cultivos en verano. Pueden aparecer en lugares muy diversos de los hogares. Si se encuentra en las viviendas, es necesario eliminarlas directamente sin aplicar insecticidas; por ejemplo, con un aspirador u ahogándolas con agua y jabón. En ningún caso, hay que liberarlas al exterior.

El DACC coordina con el IRTA los trabajos de seguimiento, estudio y control de la plaga. Las Agrupaciones de Defensa Vegetal (ADV) también colaboran en su vigilancia y control. Un portal ofrece información detallada sobre la plaga y una campaña hace un llamamiento a la ciudadanía para que colabore en el control de la plaga y elimine los ejemplares que encuentre. Además, a través del proyecto de cooperación ciudadana HhWanted, el IRTA, el DACC y la Universitat de Barcelona pretenden recopilar información sobre la distribución de la especie invasora.