El Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA) ha puesto a disposición de los interesados una guía sobre el trigo sarraceno con el objetivo de ayudar a los productores a obtener el mayor éxito posible en el cultivo de esta poligonácea. El documento ofrece datos de utilidad sobre la morfología de esta especie, sus necesidades, los diferentes tipos que existen y sus aprovechamientos. Además, incluye también información sobre sistemas de producción, técnicas de manejo y costes del cultivo.

El trigo sarraceno es un pseudocereal, sin gluten y con alto contenido de proteínas de alto valor biológico, con creciente demanda entre consumidores de productos nutritivos y saludables. Existen dos tipos de trigo sarraceno: el común, con un sabor más dulce, y el tártaro, cuyas semillas son más amargas y ricas en compuestos fenólicos. El principal aprovechamiento de esta especie es el grano, que transformado en harina puede ser destinada a la fabricación de panes, galletas, pasta, etc. Ésta presenta importantes valores nutricionales (19% de proteína, 70% almidón, 10% fibra dietética y 3% grasa), además de un alto contenido en potasio, magnesio y calcio, y su salvado contiene vitaminas B1, B2 y B6.

Esta especie herbácea es un ejemplo de cultivo emergente rentable para el agricultor y beneficioso parta el medioambiente. Presenta un buen potencial de rendimiento con un bajo coste de producción, posibilidad de aprovechamiento como segundo cultivo en la misma campaña agrícola, debido a su corto ciclo (dos meses aproximadamente), y una buena adaptación a las condiciones agroclimáticas andaluzas. Esto, unido a la creciente demanda en el mercado, supone una excelente oportunidad de negocio para los agricultores.

Actualmente, se está desarrollando un programa de mejora para la obtención de nuevas variedades de trigo sarraceno de alta calidad y adaptación a las condiciones andaluzas por parte del IAS-CSIC, IFAPA y la empresa Algosur.