El Comité de Acción contra la Resistencia a Insecticidas (IRAC, por sus siglas en inglés) de España ha informado de que se han identificado mecanismos de resistencia en poblaciones de campo de la mosca del olivo (Bactrocera oleae) del área mediterránea, tanto a organofosforados como a piretroides, principales herramientas de control en la actualidad.

En el pasado, el control de la mosca del olivo, una de las plagas más importantes de este cultivo, se basaba en tratamientos aéreos con productos a base de cebos en grandes extensiones, que reducían los picos poblacionales de los vuelos de adultos, pero en la actualidad, la Guía de Gestión Integrada de Plagas del Ministerio prioriza los tratamientos en cebo sobre los tratamientos totales en todo el árbol, entre otras razones por ser más respetuosos con los insectos beneficiosos. De esta forma, existe un limitado número de productos autorizados en el control de esta plaga, y gran parte de la superficie está en sistemas de producción integrada -alrededor de 400.000 ha solamente en Andalucía-, lo que limita aún más las herramientas disponibles.

Para la prevención de resistencias, IRAC recomienda promover un uso racional de todas las alternativas de control disponibles (cultural, biológico, técnicas de trampeo masivo y de atracción y muerte…) dirigidas a una reducción de los niveles poblacionales; realizar un adecuado monitoreo de la plaga, tratando únicamente cuando se superen los umbrales establecidos en las normativas de producción integrada y las Guías de Gestión Integrada de Plagas; alternar con productos con diferente modo de acción, priorizando los tratamientos cebo dirigidos al control de adultos sobre los tratamientos totales a todo el árbol y teniendo en cuenta los productos autorizados en las diferentes normativas; y seguir las recomendaciones recogidas en la etiqueta.

En producción integrada, los productos autorizados en tratamientos en cebo son organofosforados (Dimetoato), spinosines (Spinosad) y piretroides (Alfa-cipermetrín, Deltametrín y Lambda-cihalotrín); en tratamientos en pulverización a todo el árbol, organofosforados (Dimetoato y Fosmet), neonicotinoides (Acetamiprid y Tiacloprid) y piretroides (Deltametrín y Lambda-cihalotrín); y en productos repelentes, Caolín.