Un estudio de Bodegas Enguera y el Centro de Investigación sobre Desertificación (CIDE-CSIC) ha demostrado que la aplicación de caolín en los viñedos reduce los daños producidos por el mosquito verde, una de las plagas más dañinas de este cultivo en los últimos años.

El mosquito verde ha experimentado una gran expansión en la región mediterránea en los últimos tres años. Se trata de una plaga muy polífaga que se alimenta directamente del tejido parenquimático de la hoja, lo que le resta capacidad fotosintética. Si las poblaciones son elevadas, pueden llegar a producir la defoliación prematura del viñedo y generar importantes pérdidas económicas. En la península ibérica, las especies más importantes son Jacobiasca lybica y Empoasca vitis. “El mosquito verde ha pasado de ser un problema puntual a un problemón a partir de 2023”, admite Juan Martínez Barberá, responsable de I+d+i de Bodegas Enguera, que ha presentado este trabajo en el XVIII Congreso Nacional de Ciencias Hortícolas, que esta semana se celebra en la Universitat Politècnica de València.

Existen pocas materias activas para controlar de manera efectiva esta plaga, y las herramientas son todavía más limitadas en viticultura ecológica. Para buscar alternativas, este estudio evaluó el efecto del caolín Al2Si2O5 (OH)4 en distintas variedades de vid. Un proyecto en parte accidental, ya que en principio el proyecto con el CIDE iba enfocado a la adaptación de los viñedos al cambio climático (el caolín reduce la temperatura foliar entre 2ºC y 8ºC). Sin embargo, se descubrió que este filosilicato de aluminio, disuelto en agua y pulverizado sobre el dosel vegetal de la viña, genera una película blanquecina que dificulta la supervivencia de los estadios ninfales de la plaga.

El mantenimiento de una película de caolín sobre el dosel vegetal, desde pre-envero hasta vendimia, resultó una estrategia eficaz

El ensayo se llevó a cabo en 2023 y 2024 en Fontanars dels Alforins (Valencia) sobre las variedades Chardonnay, Tempranillo, Marselán y Monastrell. El diseño experimental fue de bloques completos al azar, con cinco parcelas experimentales por los cinco tratamientos (testigo sin aplicación de caolín, dos aplicaciones en pre-envero y post-envero al 5%, dos aplicaciones en pre-envero y post-envero al 10%, una aplicación en post-envero al 5% y una aplicación en post-envero al 10%).

Los resultados revelaron que las variedades Tempranillo y Chardonnay son más sensibles al mosquito verde que las variedades Marselán y Monastrell, que presentaron de manera general un 10% menos de superficie foliar afectada. Los resultados también demostraron que una mayor dosis de aplicación no incrementa la eficacia del tratamiento. Sin embargo, el momento de aplicación fue determinante para reducir los daños producidos por esta plaga: las dos aplicaciones en pre-envero y post-envero al 5% y 10% redujeron el porcentaje de hoja afectada un 30%, mientras que una aplicación en post-envero, al 5% y al 10%, apenas disminuyó el nivel de daño. Los resultados de la aplicación de caolín registraron un patrón muy similar en 2023 y en 2024.

En conclusión, el mantenimiento de una película de caolín (al 5%) sobre el dosel vegetal, desde pre-envero hasta vendimia, resultó una estrategia eficaz para controlar este cicadélido.

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