Una serie de ensayos piloto han conseguido reducir un 43% de media el uso de herbicidas en el cultivo del maíz gracias al uso combinado de drones, la herramienta digital IPMwise y pulverizadores comerciales de dosis variable. Los resultados se presentaron en el primer Encuentro Nacional de Asesores y se han publicado en la revista Phytoma.

Este trabajo del Instituto de Ciencias Agrarias (ICA-CSIC), la Universitat de Lleida y el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA-CSIC) pretendía evaluar la aplicación localizada y variable de herbicidas con dos pulverizadores comerciales dotados de barra de aplicación boquilla a boquilla, siguiendo los principios de la agricultura de precisión. Los ensayos se realizaron en cuatro parcelas comerciales de maíz en post-emergencia temprana, en donde se generaron mapas de prescripción de herbicida a partir de imágenes tomadas con drones y el sistema de soporte a la decisión (DSS, por sus siglas en inglés) IPMwise.

Los ensayos se desarrollaron en cuatro parcelas localizadas en Huesca durante 2022 y 2023. El manejo de las parcelas fue distinto en cada campaña, con el objetivo de tener situaciones agronómicas diferentes y aumentar la casuística para someter los algoritmos de clasificación de imágenes a escenarios de diversa complejidad. En 2022, se mantuvo el rastrojo del cultivo anterior (cebada) sobre el que se sembró maíz en segunda cosecha, y se realizó un diseño experimental por bloques al azar en los que se aplicaron diversos tratamientos herbicidas en pre-emergencia para forzar una variabilidad suficiente en la densidad (nula, baja, media y alta) y tipos de malas hierbas. En 2023, ambas parcelas se sembraron de maíz palomitero en primera cosecha, se aplicó laboreo convencional y no se realizó ningún tratamiento de malas hierbas en pre-emergencia, por lo que hubo una presencia aleatoria y muy diversa de especies adventicias con diferentes estados de desarrollo.

Los mapas de prescripción dirigieron la operación de los pulverizadores y lograron un ahorro de herbicidas de entre el 38% y el 55%

Para el tratamiento herbicida se utilizaron dos pulverizadores inteligentes diferentes, en cuya plataforma de control se instalaron los mapas de prescripciones generados de cada parcela. Estos dirigieron correctamente la operación de los pulverizadores y lograron un ahorro de herbicidas de entre el 38% y el 55%, según la parcela, en comparación con la aplicación de un tratamiento convencional. En total, se utilizaron 855 litros menos de caldo, lo que supone una reducción media del 43%. “La precisión y eficacia de los tratamientos fueron elevadas, observándose un control prácticamente total de las malas hierbas de cada parcela”, explican los autores de este trabajo, José Manuel Peña, José Mª Montull, Carlos Martín y Ana de Castro. Sin embargo, algunas malas hierbas bajo la línea del cultivo no se controlaron bien, lo que los investigadores achacan a que no se detectaron en las imágenes aéreas, no recibieron suficiente herbicida al estar cubiertas por el cultivo y a que el pulverizador se elevó al pasar junto a los aspersores.

Este trabajo fue uno de los cinco posters técnicos seleccionados en el I Encuentro Nacional de Asesores para ser presentados en el último bloque de este congreso que el 15 y 16 de noviembre reunió a 600 profesionales en el Centro de Eventos de Feria Valencia.