La Comisión Europea ha aclarado en una comunicación el concepto de fuerza mayor y de circunstancias excepcionales para el sector agrícola en caso de fenómenos meteorológicos imprevisibles y extremos. Este concepto permite a los agricultores que no hayan podido cumplir todos los requisitos de la Política Agrícola Común debido a acontecimientos excepcionales e imprevisibles fuera de su control, como sequías graves o inundaciones, no perder la ayuda de la PAC.

Con la interpretación jurídica de este concepto, la Comisión pretende ofrecer seguridad a los agricultores afectados de cara a la concesión de ayudas de la PAC y garantizar una aplicación uniforme en todos los países de la UE.

Dado que constituye una excepción al estricto respeto de las obligaciones vinculadas a las ayudas de la PAC, esta decisión normalmente se aplica de manera restrictiva, generalmente caso por caso o por explotación. La comunicación de la Comisión aclara que la fuerza mayor puede aplicarse a todos los agricultores que trabajen en una zona delimitada afectada por catástrofes naturales graves e imprevisibles o por fenómenos meteorológicos. Esto significa que los agricultores afectados no tendrán que cumplimentar solicitudes individuales ni aportar pruebas del cumplimiento de las condiciones de fuerza mayor. Esta ampliación del ámbito de aplicación reducirá la carga administrativa para los agricultores y las autoridades nacionales, lo que debe facilitar una respuesta rápida por parte de los Estados miembros.

La Comisión establece las condiciones para que se pueda suponer razonablemente que todos los agricultores situados en una zona están cubiertos por la excepción de fuerza mayor. Los países tendrán que confirmar que se ha producido una catástrofe natural grave o un fenómeno meteorológico grave y delimitar la zona geográfica que se ha visto gravemente afectada, y cuyas consecuencias no han podido evitarse a pesar de toda la diligencia debida. Para esta delimitación, pueden basarse, por ejemplo, en datos obtenidos por satélite de la zona en cuestión, sin que sea necesario obtener datos por satélite específicos a escala de las explotaciones individuales.

Para determinados tipos de eventos, las administraciones nacionales también tendrán en cuenta factores adicionales, como la pendiente, el tipo de suelo o el tipo de cultivos practicados, para determinar la población afectada sin necesidad de efectuar una verificación individual. Esto podría aplicarse, por ejemplo, a las heladas, que pueden no afectar de la misma manera a todos los cultivos, o a las lluvias torrenciales, que pueden tener efectos diferentes en zonas con pendiente o en suelos con diferentes capacidades de retención de agua. Una vez que se cumplan todas las condiciones, la aclaración exime a las autoridades de la necesidad de evaluar caso por caso.

Esta comunicación forma parte del paquete destinado a reducir la carga administrativa de los agricultores. El 22 de febrero, la Comisión presentó sus primeras medidas de simplificación. El 15 de marzo, dio a conocer su propuesta de revisión específica de la política agrícola común, que entró en vigor el 25 de mayo, tras haber sido aprobada con éxito por el Consejo y el Parlamento Europeo.