Un estudio de la Universitat Jaume I demuestra que el uso de cubiertas vegetales en cítricos favorece el control biológico de la mosca de fruta y reduce los daños en el cultivo.

El control biológico por conservación consiste en proteger y aumentar la población de enemigos naturales ya presentes en el entorno. En el caso de Ceratitis capitata, se puede centrar en las etapas de desarrollo de la mosca que ocurren en el suelo: larvas de tercer estadío, pupas y adultos recién emergidos. En los tres casos, son susceptibles a los depredadores generalistas que habitan el suelo.

El estudio de la UJI tenía como objetivos investigar la relación entre la gestión de la cubierta del suelo (suelo desnudo, cubierta sembrada de Festuca arundinacea y mantillo de paja), la emergencia de C. capitata y la actividad de los principales grupos de depredadores del suelo (arañas, escarabajos, hormigas y tijeretas).

Para ello, se llevaron a cabo ensayos en una parcela de cítricos de Les Alqueríes (Castellón) entre 2019 y 2021. Veinticuatro árboles mandarinos “Clemenules” de veinte años de edad se encerraron individualmente en jaulas de aluminio, con alguno de los tres tipos de manejo del suelo objeto del estudio, y se añadió un número controlado de larvas de tercer estadio de C. capitata.

Los resultados del trabajo, publicados en BioControl, revelan que la emergencia de la mosca de la fruta fue significativamente menor en la cubierta sembrada de F. arundinacea y mantillo de paja, en comparación con el suelo desnudo, donde la actividad de arañas, escarabajos (carábidos y estafilínidos), hormigas y tijeretas fue inferior que en las otras dos coberturas. De hecho, ni siquiera se encontraron tijeretas.

La densidad de actividad de arañas y tijeretas fue mayor en el mantillo de paja; la de escarabajos y hormigas en la cubierta sembrada. Mientras que las arañas y los escarabajos estuvieron activos durante todo el año, las hormigas y las tijeretas estuvieron prácticamente ausentes durante los meses más fríos.

Los resultados demuestran que el suelo desnudo, la técnica de gestión de la cubierta vegetal más utilizada en los frutales españoles (incluidos los cítricos) del área mediterránea, resulta la menos favorable para el control biológico por conservación de C. capitata. La abundancia más baja de depredadores se combinó con un aumento del 29,2% en la emergencia de adultos de C. capitata en comparación con las otras dos coberturas. Por lo tanto, la implementación de una cubierta de F. arundinacea o un mantillo de paja supone una herramienta para aumentar el impacto de los depredadores terrestres sobre la mosca y también podría favorecer la conservación a lo largo del año de los enemigos naturales de otras plagas importantes de los cítricos, como ácaros, trips y pulgones. “Aunque sería necesario un análisis económico detallado, una cobertura de F. arundinacea, aparece como un método de control biológico de conservación fuerte y sostenible que debe considerarse para el manejo de C. capitata”, concluyen los autores del estudio.

Los métodos de tratamiento y control de la mosca de la fruta incluyen el control químico, cada vez más amenazado por el riesgo de aparición de resistencias a insecticidas, las trampas con feromonas, el control biológico y la Técnica del Insecto Estéril, implantada con éxito en la Comunidad Valenciana desde hace años.