La Estación de Avisos de INTIA ha informado del comienzo de la eclosión de los primeros huevos del taladro de la alcachofa (Gortyna xanthenes) en Navarra. Los únicos tratamientos eficaces para el control de esta plaga son aquellos que se realizan cuando se está produciendo la eclosión de huevos sobre las plantas, pero como en estas primeras fases la evolución es muy lenta todavía es pronto para iniciar cualquier actuación.

La Estación de Avisos de INTIA realiza el control de esta plaga mediante una red de monitoreo con puntos de control en las localidades más representativas de las zonas productoras de Navarra. En cada una de ellas, se dispone de una trampa tipo Funnel con feromona específica de G. xanthenes; gracias a ellas, se controla semanalmente las capturas de adultos y se conoce así el desarrollo de la generación de la plaga. En este vídeo, las investigadoras del INTIA Carmen Goñi y Sandra Aldaz del Burgo explican el proceso que se sigue de seguimiento de la eclosión de los huevos en el invierno para determinar el periodo de tratamiento contra estas orugas.

En los meses de agosto y septiembre se recogen en el campo zuecas de alcachofa que presenten orificios de entrada de orugas de taladro. Se guardan en unas jaulas de malla fina de la finca de Cadreita del instituto de investigación navarro para que las mariposas realicen su puesta. Una vez terminado el vuelo de adultos, se recogen los huevos y se procede a su recuento y a su seguimiento una o dos veces por semana. El aviso de inicio de tratamiento se realiza cuando la eclosión alcanza el 20%: a partir de ese momento, se recomienda repetir el tratamiento cada siete o diez días.

El INTIA informará del momento adecuado para comenzar con los tratamientos en Navarra, tal como hará el Servicio de Sanidad Vegetal murciano en esta región que concentra casi la mitad de la producción nacional de la alcachofa. Por el momento, el nivel de eclosión se encuentra por debajo del 10%.

G. xanthenes es la principal plaga del cultivo de la alcachofa debido a que su ataque merma considerablemente el ritmo de vegetación de las plantas, reduce el período de vida económica de las plantaciones y dificulta o impide la brotación de las estacas afectadas. Las plantas parasitadas por este lepidóptero aparecen debilitadas e incluso muertas y, al seccionar los tallos, se aprecia su interior horadado por una oruga. Los taladros pueden ir desde la base de la planta hasta el corazón del capítulo floral, lo que impide la comercialización del fruto.

Los adultos hacen la puesta en otoño y las orugas aparecen escalonadamente a lo largo del invierno para, rápidamente, introducirse en el nervio de la hoja hasta llegar al tallo, penetrar en el mismo y alimentarse de él. Completado su desarrollo, la larva se desplaza, dentro del tallo, hasta bajar del nivel del suelo, fenómeno que ocurre en verano.