El 27 de marzo entró en vigor el reglamento aprobado por el Parlamento Europeo y el Consejo para mejorar la transparencia en los procesos de evaluación del riesgo que lleva a cabo  la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) en materia de seguridad de los alimentos y los piensos.

El nuevo reglamento incorpora normas sobre transparencia más estrictas y refuerza la fiabilidad y la transparencia de los estudios científicos presentados a la EFSA. Así, permite a los ciudadanos acceder a los estudios científicos y a la información presentados a la EFSA por la industria en una fase temprana del proceso de evaluación del riesgo; incorpora consultas públicas al proceso de evaluación de las solicitudes de aprobación de productos regulados; garantiza la notificación a la EFSA de todos los estudios encargados en un ámbito concreto para asegurar que las empresas que solicitan autorizaciones presenten toda la información pertinente; y ofrece a la Comisión Europea la opción de pedir a la EFSA que encargue nuevos estudios.

Las nuevas medidas se aplicarán a nuevos procesos y no podrán aplicarse retroactivamente, lo que significa que habrá un período de ajuste durante el cual gran parte de los trabajos en curso desarrollados por la EFSA sigan realizándose con la legislación anterior. “Nos encontramos ante un gran reto logístico y hemos dedicado importantes recursos para garantizar que la transición al nuevo sistema sea lo más fluida posible para las partes interesadas”, asegura Bernhard Url, director ejecutivo de la EFSA.

Entre otras iniciativas tomadas para favorecer la aplicación del Reglamento, la EFSA ha creado nuevas herramientas y un portal web específico con el fin de ayudar a las partes interesadas a adaptarse a las nuevas modalidades.

El nuevo reglamento, que se desarrolló en respuesta a una iniciativa ciudadana europea que solicitaba la prohibición del herbicida glifosato y pedía que la evaluación científica se basara exclusivamente en estudios publicados y encargados por las autoridades públicas competentes, y no por la industria, se ha llevado a cabo en colaboración con socios de la EFSA como la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) y los Estados miembros. “Este es un momento crucial para la evaluación del riesgo en la cadena alimentaria de la UE. La EFSA agradece al Parlamento Europeo, a la Comisión Europea y a los Estados miembros que nos hayan brindado esta oportunidad de acercar nuestro trabajo a los ciudadanos y las partes interesadas y de beneficiarnos de un mayor escrutinio de nuestros procesos y prácticas de trabajo”, manifestó Bernhard Url.