La Mesa de la Sequía ha examinado la situación de los distintos sectores y territorios, y ha articulado mecanismos de coordinación, junto con el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, para identificar las posibles medidas a adoptar. El ministro de Agricultura, Luis Planas, pedirá a la Comisión Europea medidas de flexibilidad o de carácter excepcional en la aplicación de las normas de la Política Agraria Común (PAC), por las especiales dificultades en las que se encuentran los cultivos españoles, para que los agricultores y ganaderos no vean en riesgo su acceso a las ayudas.

En el transcurso de la reunión se han puesto en común los informes de precipitaciones y disponibilidades, se ha hecho un análisis de la situación general y particular en las distintas comunidades autónomas y se han puesto sobre la mesa propuestas que ahora deberán analizarse. Han participado, de forma presencial o telemática, representantes de todas las comunidades autónomas, las organizaciones profesionales agrarias ASAJA UPA y COAG, la Confederación de Cooperativas Agroalimentarias de España y la Federación Nacional de Regantes de España, además de representantes de los ministerios de Agricultura y Transición Ecológica.

Además de una mayor flexibilización de la aplicación de la PAC en esta campaña, las asociaciones han trasladado a la Mesa de la Sequía medidas para mitigar los efectos de la sequía, con propuestas legislativas, económicas, fiscales, hídricas y en materia de seguros agrarios.

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha pedido “urgencia en la puesta en marcha de medidas” para proteger a los agricultores y ganaderos españoles de los efectos de la sequía. El secretario ejecutivo de UPA, Ignacio Huertas ha reclamado que se habiliten fondos de Europa, nacionales y autonómicos para “evitar la ruina total de los agricultores y ganaderos”, en especial de los de carácter familiar y pequeña y mediana dimensión.

El presidente de ASAJA, Pedro Barato, cree que “el diagnóstico ya está hecho y ahora lo que necesita el sector agropecuario son medidas eficaces, contundentes e inmediatas”. La organización solicita un Pacto de Estado del Agua que incluya más infraestructuras de almacenamiento y distribución hídrica para “evitar que siga creciendo el abandono de explotaciones, siga avanzando el desierto y siga subiendo el precio de los alimentos a los consumidores”.

Gabriel Trenzado, director general de Cooperativas Agro-alimentarias, ha pedido al ministerio que tenga en cuenta la situación de las cooperativas que deben mantener sus estructuras, empleo y costes fijos, a pesar de contar con una merma muy importante de la producción a comercializar. “Los precios más altos no implican mayor rentabilidad, y la sequía que padecemos va a provocar una reducción de la oferta, en algunas producciones se estima que en torno al 50%, y un aumento del coste de los alimentos, afectando a la rentabilidad de las explotaciones, porque con los mismos costes habrá una menor producción”.

La sequía asfixia ya al 60% del campo español

La situación de sequía es grave y generalizada, aunque revela diferencias importantes en el territorio y destaca la afección a las cuencas del Guadalquivir, Guadiana y las interiores de Cataluña. El valor medio de las precipitaciones acumuladas desde el inicio del año hidrológico (1 de octubre de 2022) es un 23,5 % inferior al valor normal.

Según un informe de los Servicios técnicos de COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos), la sequía asfixia ya al 60% del campo español y produce pérdidas irreversibles en más 3,5 millones de hectáreas de cereales de secano. Se dan por prácticamente por pérdidas las cosechas de trigos y cebadas en Andalucía, Extremadura, Castilla La Mancha y Murcia y en las zonas más áridas de Aragón, Cataluña y Castilla y León. En cultivos leñosos, como frutos secos o viñedos de secano, ya están experimentando problemas en la brotación. En olivar, la situación puede complicarse si no hay precipitaciones en las próximas semanas. En el regadío también preocupan las restricciones en la dotación de agua, que mermarán con toda seguridad las siembras de verano y harán que muchos agricultores opten por reducir la superficie de maíz, girasol, arroz y algodón.