La Mesa Nacional del Ajo ha reclamado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación soluciones ante la escasez de materias activas autorizadas para el control de malas hierbas de hoja ancha, fungicidas efectivos para el control de enfermedades y productos para la desinfección de la semilla del ajo.

La Mesa Nacional del Ajo, que representa a productores, comercializadores y transformadores de ajos de las comunidades autónomas de Castilla La-Mancha, Andalucía, Castilla y León, Extremadura y la Comunidad de Madrid, mantuvo un encuentro en el ministerio con el director general de Sanidad de la Producción Agraria, Valentín Almansa, impulsada por la directora general de Agricultura y Ganadería de la Consejería de Agricultura Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Cruz Ponce. A ella asistieron el presidente de la Mesa Nacional, Julio Bacete; el vicepresidente, Miguel del Pino; y el secretario técnico, Jesús Ángel Peñaranda, de la Mesa con el objetivo de trasladar.

La reunión fue calificada por los miembros de la Mesa como “muy positiva”. Allí se estableció un plan para poder seguir utilizando productos con un plazo de caducidad cercano hasta que salgan sustitutivos, y no dejar indefenso al sector “mientras se utilizan en países terceros y que los introducen sus productos en la UE”. Una preocupación que ya se manifestó en la última reunión del Comité Hipano-Italo-Francés del ajo en Cadours (Francia).

Bacete plantea por qué se tienen que prohibir aquí determinados productos que se siguen utilizando e importando de fuera de la Unión Europea, “y que no han hecho ni harán ningún daño a los consumidores”. El presidente de la Mesa Nacional del Ajo explica que el ajo es un cultivo muy sensible a la competencia por malas hierbas y sin un adecuado control de éstas, “los rendimientos caen en picado y no resultaría rentable su cultivo, siendo esencial su cultivo tanto a nivel económico como social en numerosas comarcas agrícolas de la UE. Además, un campo infectado de malas hierbas, dificulta en gran medida la recolección haciéndola en algunos casos inviable”.

El cultivo del ajo, muy distribuido en amplias zonas de España, suma en torno a 29.630 hectáreas, con una producción de 309.100 toneladas. La principal zona de producción se encuentra en Castilla La Mancha, que según datos de 2021 cuenta con unas 20.860 hectáreas cultivadas, seguida de Andalucía, con 5.120 ha; Castilla y León, con 1.820 ha; la Comunidad de Madrid, con 890 ha; y Extremadura, con aproximadamente 530 ha.

Entre el 55% y el 70% de la producción se comercializa fuera de España. Cada año, solo el corte y recolección del ajo en el campo genera casi un millón de jornales en España.