Tras varios meses de sequía, las lluvias de las últimas semanas suponen un alivio para el campo, que ha podido recargar los embalses y acuíferos, o rescatar la producción de cereales de secano y pastos para el ganado. Sin embargo, también esconden un riesgo fitosanitario: el incremento de la incidencia y severidad de algunos hongos en numerosos cultivos.

El Servicio de Sanidad Vegetal de la Región de Murcia ha advertido de que las precipitaciones han favorecido el desarrollo de nuevas infecciones fúngicas en cultivos hortícolas, como Botrytis cinerea en pimiento de invernadero y tomate, tanto en flores senescentes como en frutos y cortes de poda y de recolección en tallos, que deben vigilarse para intervenir en los casos que fuera conveniente. Además, aunque las infecciones de mildiu en tomate son menos frecuentes en esta región, pueden llegar a representar un riesgo importante debido a las condiciones de humedad que se han producido, en combinación con temperaturas relativamente suaves. Estas mismas condiciones pueden favorecer también algunas bacteriosis, según Sanidad Vegetal.

La lluvia también están provocando en la Región de Murcia la aparición de infecciones de abolladura (Taphrina deformans) y cribado sobre las nuevas brotaciones de frutales de hueso, en especial en variedades de melocotonero y nectarino, y podrían afectar también a las plantaciones de almendro. Del mismo modo, la Red Fitosanitaria de Aragón ya ha observado los primeros síntomas de abolladura en frutales y ha aconsejado proteger las plantaciones con fungicidas.

Otros hongos que podrían proliferar con el aumento de las precipitaciones son repilo en el olivo,  aguado y alternaria en cítricos, septoria y roya en los cereales, cercospora roya en remolacha azucarera o el complejo de enfermedades de raíz y cuello en fresa. Para aquellos agricultores que no lo hayan hecho todavía, la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía ha recomendado la aplicación de medidas preventivas en cítricos frente al riesgo de aguado (Phytophtora spp.) y alternaria (Alternaria alternata), dentro de las 48 horas siguientes al cese de las lluvias.

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ya ha manifestado su preocupación porque “las lluvias hasta ahora eran beneficiosas para el campo valenciano, tras unos meses invernales con sequía, pero empiezan a detectarse problemas en el regadío que podrían agravarse tanto en las cosechas que están pendientes de recolección como en aquellas que se hallan en plena fase de floración o cuajado”. En cítricos, existe inquietud especialmente en las variedades de mandarinas y naranjas de segunda mitad de la temporada que aún no se han recolectado porque, con la interrupción de las labores de recogida y de los tratamientos fungicidas, podrían surgir problemas de aguado en las frutas que están en las partes más bajas del árbol, e incluso riesgo de asfixia radicular de naranjos anegados durante demasiados días. Por este motivo, la organización agraria solicita a las administraciones que abran una línea de ayudas para facilitar la adquisición de productos fungicidas con los que poder minimizar los daños provocados por los hongos.