Las temperaturas invernales de este año, cálidas para la época, han favorecido, junto a una humedad relativa suficiente, el desarrollo y dispersión de Scirtothrips aurantii, plaga de los cítricos establecida en Sevilla, Huelva y el sur de Portugal. Será una de las especies invasivas protagonistas de la próxima sesión de Phytoma Meets: La explosión de plagas en la citricultura mediterránea, el próximo 18 de abril, a las 16:30.

El Servicio de Sanidad Vegetal andaluz ha informado que, teniendo en cuenta la predilección de este trips por los brotes nuevos y los frutos al inicio de su desarrollo, ya ha comenzado el periodo crítico para su control, ya que además se ha constatado un adelanto de la fenología de los cítricos.

Esta plaga polífaga, que se puede encontrar en más de cincuenta especies de plantas en una amplia gama de diferentes familias, es originaria de África y Yemen, donde está muy extendida. Por el momento, en Europa solo se ha detectado en el sur de la península ibérica. En Andalucía afecta a cultivos de naranjo, mandarino, fresa, frambuesa, mora, arándanos, caqui y aguacate.

A este tisanóptero hay que sumar la reciente aparición del trips del té, Scirtothrips dorsalis, en un invernadero de Almería. Eduardo de la Peña, científico del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea “La Mayora”, del CSIC, participa en la próxima sesión de Phytoma Meets para hablar sobre ambas especies de trips, que pueden afectar, no solo a cítricos, sino a una amplia variedad de especies de cultivos agrícolas y ornamentales. En su presentación, explicará las características más relevantes para la detección y el manejo de estas plagas, y el papel que pueden jugar las especies subtropicales en algunas zonas de Andalucía.

El principal daño que provoca S. aurantii es consecuencia directa de la alimentación: los adultos y las larvas se alimentan de las células epidérmicas de las hojas jóvenes, lo que provoca un plateado en la superficie de la hoja, que luego adquiere una coloración marrón. También pueden alimentarse del pedúnculo y ápice de los frutos jóvenes y formar una cicatriz superficial y grisácea en la corteza del fruto, que a menudo forma un anillo alrededor del pedúnculo. En hoja, el daño se observa en el limbo, que presenta escarificaciones o cicatrices alargadas. Estas cicatrices provocan que, al desarrollarse la hoja, la parte afectada no lo haga, lo que provoca deformaciones más o menos pronunciadas.

En cuanto a S. dorsalis, los daños también los ocasionan tanto las larvas como los adultos al alimentarse de los tejidos de hojas, frutos y flores. Los daños en hojas interfieren en la actividad fotosintética; en frutos se puede producir su depreciación comercial por los daños estéticos, mientras que en flores puede mermar considerablemente la producción.

En la próxima sesión de Phytoma Meets, se analizarán las causas y consecuencias de la preocupante explosión de poblaciones de plagas en la citricultura mediterránea, de moscas blancas, pulgones y trips a cotonets y ácaros tetraníquidos, así como las mejores estrategias de control.