El proyecto LIFE Innocereal EU, promovido para crear un modelo de mejora para la gestión de las explotaciones de cereal y reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero, ha logrado mejorar la producción un 17,2% y reducir la huella de carbono un 6,6%.

Desde su inicio en julio de 2022, el proyecto, cofinanciado por el programa LIFE de la Unión Europea (UE), ha liderado la transformación en la producción de cereales en la cuenca del Mediterráneo. La iniciativa, centrada en los cultivos de trigo duro, trigo blando y cebada, está liderada por la Universidad de Córdoba (UCO) y participan como socios el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera y Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA), la Asociación Española de Técnicos Cerealistas (AETC), Agrifood Comunicación (AGRIFOOD), la Federación Europea de Agricultura de Conservación (ECAF), la Asociación Española de Agricultura de Conservación (AEAC.SV) y Greenfield Technologies.

Este ambicioso proyecto se apoya en los principios de la agricultura de conservación y la digitalización, dos enfoques innovadores que están transformando las prácticas agrícolas en la región. El primero promueve la mínima alteración del suelo y la diversificación de especies vegetales. Este enfoque no solo mejora la salud del suelo, sino que también favorece una cobertura permanente que potencia la biodiversidad y los procesos biológicos naturales, lo que permite una mayor eficiencia en el uso del agua y los nutrientes.

Los objetivos clave del proyecto incluyen la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la optimización del uso de los recursos naturales y la mejora de la salud de los suelos agrícolas. A través de estas acciones, no solo busca conservar la biodiversidad, sino también incrementar la productividad de las explotaciones agrícolas, permitiendo la producción de cereales de alta calidad a menores costos.

Los promotores del proyecto destacan que han sido varios los hitos logrados hasta el momento y cuyos resultados obtenidos “son alentadores y reflejan el esfuerzo colectivo de los beneficiarios del proyecto”. Así, y tras concluir la segunda campaña agrícola, LIFE Innocereal EU ha logrado avances significativos en la mejora de los suelos. Según los datos recopilados hasta finales de 2024, se ha registrado un aumento promedio en el carbono orgánico del suelo en la red de fincas demostrativas. Este incremento ha sido especialmente notable en la Finca Piloto Rabanales, de la Universidad de Córdova, donde el carbono orgánico en el suelo ha aumentado un 1,3% gracias a más de quince años de implementación de las Buenas Prácticas de Manejo (BPM).

Además de mejorar la calidad del suelo, las BPM han tenido un impacto directo en la reducción de los costos de producción, gracias a la dedicación y el compromiso de los agricultores involucrados. Esto se ha logrado mediante un uso más eficiente de insumos y una optimización en el manejo de recursos. Desde una perspectiva medioambiental, han permitido una disminución del 6,6% en las emisiones de CO2 equivalente, derivadas de la fase de producción en comparación con el manejo convencional. Los resultados son claros: la media de los rendimientos en las fincas que aplican BPM ha sido un 17,2% mayor, lo que subraya la efectividad de estas prácticas en la mejora de la productividad agrícola.

La población de nematodos en suelos manejados bajo buenas prácticas ha aumentado un 14% en comparación con los manejados de forma convencional

Un componente vital del proyecto ha sido el análisis exhaustivo de los suelos. Los análisis correspondientes a las campañas 2022/2023 y 2023/2024 han finalizado, revelando una tendencia positiva en parámetros como el contenido de materia orgánica y la biodiversidad de nematodos. En general, la mayoría de las fincas demostrativas han mostrado mejoras significativas, con un aumento del 14% en la población de nematodos en suelos manejados bajo BPM en comparación con los manejados de forma convencional.

Además, la capacidad de los suelos como sumideros de carbono ha mejorado notablemente. La finca Rabanales, en particular, ha destacado con un incremento medio de 3,75 toneladas por hectárea, lo que refuerza la idea de que las BPM no solo benefician la producción, sino que también contribuyen a la lucha contra el cambio climático.

Igualmente, la evaluación de la eficiencia en el uso de nutrientes ha arrojado resultados esperanzadores, gracias al compromiso de los beneficiarios en la implementación de prácticas adecuadas. Los valores más altos de eficiencia de uso de nitrógeno (NUE) se han registrado en el sistema de siembra directa. La finca de Torquemada ha alcanzado un valor de 69,71 kg de grano producido por cada kilogramo de nitrógeno aplicado. La recuperación de nitrógeno (ERN) ha sido igualmente notable, con cifras que alcanzan el 84,25% en Osuna.

Otro de los aspectos destacados del proyecto LIFE Innocereal EU ha sido el desarrollo de un innovador sistema de alertas, basado en la identificación de anomalías en el comportamiento de los cultivos. La plataforma ha arrojado resultados prometedores durante las pruebas iniciales. Sin embargo, la adaptación a un nuevo sistema de procesamiento de información satelital ha planteado algunos retos que requieren atención continua.

El uso de imágenes RADAR, por ejemplo, ha ofrecido ventajas en términos de interferencias por nubes en la atmósfera. No obstante, su aplicación para detectar cambios en el comportamiento de los cultivos ha sido compleja y necesita ajustes para asegurar la calidad del servicio. A pesar de estos desafíos, se han comenzado a identificar patrones generales de comportamiento, lo que proporciona una base sólida para futuras mejoras.

La campaña de 2023, aunque afectada por una sequía severa que perjudicó a muchos cerealistas, brindó valiosa información sobre las repercusiones climáticas en el desarrollo vegetativo de los cultivos. Este aprendizaje se considera crucial para perfeccionar el sistema de alertas en las próximas campañas, donde se espera establecer reglas que permitan identificar las causas de las anomalías en los cultivos.

“Con los avances logrados hasta la fecha, LIFE Innocereal EU se posiciona como un modelo de colaboración exitosa entre investigadores, agricultores y administraciones públicas para enfrentar los retos del sector agrícola en el contexto del cambio climático”, destacan los promotores. En los próximos meses, el proyecto se centrará en la difusión de sus resultados y en la replicación de las BPM desarrolladas en otras regiones de Europa, como Portugal, Italia y Grecia.

“Los avances del proyecto LIFE Innocereal EU reflejan un enfoque integral hacia la sostenibilidad agrícola, combinando prácticas que benefician tanto la producción como el medio ambiente. Con un seguimiento continuo y la implementación de BPM, se espera que los resultados positivos se extiendan a otras regiones y que se fortalezcan las redes de colaboración en el sector agrícola”.