La Dirección General de Sanidad de la Producción Agraria ha autorizado en la Comunidad Valenciana la comercialización y una única aplicación de los productos fitosanitarios formulados a base de fluxapyroxad 30% [SC] P/V para el control de la mancha foliar del caqui, desde el 21 de marzo hasta el 15 de junio.

La retirada a finales de 2021 del mancozeb, el fungicida mas utilizado contra la mancha foliar, y la aparición de resistencias del hongo Plurivorosphaerella nawae al grupo de fungicidas Qol (estrobilurinas) ha dejado a los agricultores sin alternativas suficientes para combatir la principal enfermedad del cultivo del caqui. Este patógeno, que apareció en la Comunidad Valenciana en 2008, causa la aparición de manchas en las hojas, más o menos de formas redondeadas de color marrón que normalmente quedan rodeadas de un halo verdoso. Las hojas afectadas se tornan cloróticas y se necrosan hasta causar la defoliación del árbol. Los frutos de los árboles afectados maduran anticipadamente y caen al suelo como respuesta fisiológica del árbol al estrés causado por la defoliación.

Hace tres años, en un Phytoma Meets dedicado al caqui, Antonio Vicent, coordinador del Centro de Protección Vegetal y Biotecnología del IVIA, recomendó algunas prácticas agronómicas para el manejo de esta enfermedad, como eliminar la hojarasca de las parcelas afectadas y anteponer el riego por goteo al de inundación, para reducir así el nivel de inóculo.

El IVIA desarrolló en 2022 un sistema de ayuda en la toma de decisiones que permite sincronizar las aplicaciones fungicidas con los períodos críticos de infección, lo que evita aplicaciones innecesarias fuera de los momentos de riesgo. A modo de orientación, el período de riesgo suele coincidir con los meses de abril, mayo y junio, aunque las fechas concretas cambian en función de la evolución del hongo en cada campaña.

Para los tratamientos fungicidas, Sanidad Vegetal ha trasladado al sector algunas recomendaciones, como comenzar los tratamientos por las parcelas de fenología más avanzada, con un producto penetrante como difenoconazol o fluxapyroxad, y realizar como máximo tres aplicaciones fungicidas durante el período de riesgo (salvo si se aplica Bacillus subtilis, cuyo tratamiento debería repetirse cada cinco días). Captan, fluxapyroxad y estrobilurinas solo pueden aplicarse una vez, y en el último caso, siempre en mezcla con otro fungicida de diferente grupo; difenoconazol solo puede aplicarse dos veces, y nunca de forma consecutiva, sino alternado con algún fungicida de otro grupo. Además, Sanidad Vegetal desaconseja realizar tratamientos a partir de mediados de junio.