El Servicio de Sanidad Vegetal de Murcia va a intensificar los trabajos de prospección para la detección precoz del mal seco de los cítricos en las explotaciones localizadas en las inmediaciones de los focos detectados en Abanilla y Blanca. Como novedad, este año está previsto aumentar los muestreos sintomáticos en un radio de varios kilómetros alrededor de estos focos.

El objetivo de esta iniciativa es evitar la dispersión de la enfermedad, causada por el hongo vascular Plenodomus tracheiphilus, a otras explotaciones vecinas. Para concertar las visitas, Sanidad Vegetal se pondrá en contacto con los propietarios de las parcelas, aunque dada la gran superficie que se pretende prospectar, ha pedido la implicación de técnicos y agricultores para que cualquier síntoma sospechoso sea comunicado para su comprobación por parte de los técnicos.

Desde su detección en 2020, la Región de Murcia ha conseguido contener la propagación del mal seco de los cítricos. Sin embargo, en las parcelas de limoneros afectadas no se consigue controlar el patógeno. La mejor medida de control es la eliminación inmediata y completa de los árboles afectados en cuanto se detecten, así como los más cercanos a estos, incluidas las raíces, y la quema de estos restos vegetales. Por la capacidad del hongo de mantenerse durante bastante tiempo activo en los restos vegetales y partículas orgánicas del suelo, se aconseja establecer un periodo de seguridad de dos años antes de volver a plantar cítricos.

La sintomatología de esta enfermedad es muy característica: las secas de ramas aparecen de repente en zonas concretas de la planta, con una caída rápida de hojas, aunque el peciolo se mantiene en la rama; estas secas progresan en poco tiempo hasta la muerte del árbol. La madera de las ramitas afectadas adquiere un color anaranjado y, en el caso de ramas de mayor tamaño, aparecen zonas anulares necrosadas.