La Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía ha informado de las primeras apariciones de cásida (Cassida vittata) en los cultivos de remolacha azucarera de Sevilla y Cádiz. Un ascenso térmico podría favorecer una subida rápida de las poblaciones de esta plaga endémica en el sur de España.

En estos momentos, se observan adultos en el 28% de las parcelas muestreadas en la provincia de Sevilla (dos adultos por unidad de muestreo) y del 47% en Cádiz (tres adultos/UM). Tan solo se observan las primeras puestas, de forma incipiente, aunque en algunas parcelas sevillanas, más adelantadas fenológicamente, han comenzado los tratamientos químicos.

El Servicio de Sanidad Vegetal andaluz recomienda vigilar la evolución de la plaga y muestrear semanalmente para determinar en cada parcela los niveles de adultos y de huevos y larvas. El umbral de tratamiento que marca el Reglamento de Producción Integrada es de 100 adultos/UM y 50 huevos y larvas/UM.

Los adultos de C. vittata hacen las puestas, en huevos aislados o de dos en dos, sobre todo por el envés y el peciolo de las hojas. Mide entre 5 y 7 mm y es de color verde claro, con dos bandas longitudinales sobre los élitros de color verde metálico. Las larvas tienen forma oval, aplastada y de color verde. Tanto los adultos como las larvas se alimentan del parenquima foliar: forman agujeros en la hoja que le dan un aspecto perdigonado, y la reducen, en los casos más extremos, a las nerviaduras. En el caso de los adultos, estos agujeros son grandes e irregulares. Con poblaciones altas y ataques tempranos se produce una grave pérdida de superficie foliar; en consecuencia, la raíz de la remolacha se desarrolla escasamente, pierde peso y grado en azúcar.