Un grupo supraautonómico de investigadores liderado por AINIA desarrollará estrategias innovadoras y sostenibles de detección, control y tratamiento de dos de las enfermedades que atacan al olivo con mayor virulencia: verticiliosis y Xylella fastidiosa. En este proyecto se aplicarán tecnologías avanzadas como la teledetección hiperespectral y térmica, junto con sistemas de control biológico.

AINIA, la empresa DOMCA, la Sociedad Cooperativa Andaluza (DCOOP), Laboratorios NEVAL, VISIONA Ingeniería de Proyectos e IBMA España están trabajando en tres vertientes distintas: la prevención, la detección temprana y el tratamiento de árboles ya infectados. Con este objetivo, se aplicarán tecnologías innovadoras para la detección automática de síntomas de estas enfermedades mediante sistemas automatizados para la monitorización de cultivos y teledetección hiperespectral y térmica, junto con sistemas de biocontrol que reduzcan el empleo de fitosanitarios químicos tradicionales para prevenir y controlar enfermedades emergentes del olivo, como Xylella fastidiosa, y enfermedades endémicas, como la verticiliosis. Además, también se van a desarrollar nuevos bioestimulantes para aumentar la resistencia del olivo al estrés o mejorar la calidad de la cosecha de aceitunas.

El cultivo del olivo es complejo puesto que alcanza la cima de su productividad a partir de los 35 años de vida, siendo los primeros siete años totalmente improductivos; hasta los diez años no se logra productividad creciente, quince años con los sistemas de cultivo tradicionales. Por este motivo, según ha explicado Ana Torrejón, del departamento de biotecnología de AINIA, “las enfermedades que amenazan al olivo son una de las principales preocupaciones de los agricultores; sobre todo aquellas que, por su virulencia, como es el caso de X. fastidiosa o la verticiliosis, pueden llegar a destruir hectáreas de olivares en pocos años. Nuestro objetivo es desarrollar una estrategia integrada que permita dar respuesta al sector olivarero y de producción de aceite de oliva en la lucha contra estas enfermedades del olivo, para que pueda continuar progresando una industria de gran importancia en nuestro país”.

Joaquín Espí, técnico del departamento de Biotecnología de AINIA, añade que “esta modernización de las prácticas de cultivo repercutirá en toda la cadena de valor del olivo: desde el agricultor, pasando por el transformador de la industria oleícola o de aceitunas de mesa, hasta llegar al consumidor final, que podrá acceder a productos producidos de forma sostenible, libre de fitosanitarios químicos”.

El proyecto Grupo Operativo SALUD OLIVAR: “Desarrollo de estrategias innovadoras para el control de enfermedades endémicas y emergentes en olivo en España” está cofinanciado por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) de la Unión Europea y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en el marco del Programa Nacional de Desarrollo Rural 2014-2020.