Un equipo de investigación de la Universidad de Jaén ha comprobado que las hormigas son efectivas en el control de las dos principales plagas que sufre el olivar en Andalucía: la polilla del olivo (Prays oleae) y la mosca del olivo (Bactrocera oleae). Un manejo extensivo en el cultivo, sin eliminar la cubierta herbácea, facilita la presencia de colonias de hormigas. Con experimentos de campo en seis provincias andaluzas, los investigadores han creado el Índice de Potencial de Depredación, que establece la voracidad y probabilidad de ataque de las especies de hormigas hacia ambas plagas.

Es la primera vez que un estudio usa censos de hormigas y experimentos sobre el terreno a escala regional. “Trabajamos en Sevilla, Córdoba, Málaga, Granada Jaén y Cádiz, analizando cómo el tipo de paisaje y manejo agrícola afecta a estas comunidades y su potencial para controlar dos plagas del olivo”,  explica el investigador del grupo de Ecología y Conservación de la Vegetación Andaluza de la Universidad de Jaén, Carlos Martínez Núñez, autor del estudio, que ha sido publicado en la revista Agriculture, Ecosystems & Environment.

Los científicos realizaron su trabajo en dos fases. En primer lugar, seleccionaron cuarenta olivares en toda Andalucía: veinte intensivos, en los que se remueve la cubierta herbácea, y la otra mitad extensivos, donde se conserva. Para los muestreos de abundancia, usaron trampas de caída. Después, con el fin de estudiar las tasas de ataque en olivares, los expertos utilizaron modelos de plastilina que imitan las larvas y orugas de las plagas.

El experimento se completó ofreciendo plagas vivas a diferentes especies de hormigas, para estudiar su grado de apetencia. Así, conocidos el efecto sobre la plaga y la abundancia de cada especie de hormiga, los científicos crearon el Índice de Potencial de Depredación del insecto en cada sitio, que informa sobre la presión de depredación que ejercen las comunidades de estos insectos sobre las plagas.

Los expertos de la Universidad de Jaén pasaron a la segunda fase, averiguando que el manejo ecológico maximiza la diversidad de hormigas en los olivares. “Además del cultivo extensivo de la cubierta herbácea, es necesaria cierta complejidad del paisaje para que este tipo de práctica muestre beneficios”, afirma Carlos Martínez.

El grupo investigador realizó un trabajo similar sobre predación de plagas del olivar por aves, descubriendo que esta era muy escasa. Las hormigas, por el contrario, sí son efectivas, sobre todo Tapinoma nigerrimum, que es una especie muy abundante en los olivares andaluces y que, además, muestra una gran apetencia por ambas plagas. El investigador añade que la efectividad para la mosca del olivo no es la que desearían los agricultores, ya que cuando la larva de esta plaga va al suelo, para ya pupar en otoño e invierno, las hormigas viven su época más inactiva.