En las últimas campañas, el gorgojo Cylas puncticollis está produciendo daños importantes en el cultivo de boniato en el sur de Alicante, que afectan tanto a la planta como al fruto. Según ASAJA Alicante, ya afecta al 30% de las 800 hectáreas de cultivo en la Vega Baja, y amenaza la pérdida del total de la producción en 2026.
Este coleóptero, conocido vulgarmente como el picudo africano de la batata, se encuentra distribuido en el continente africano, en la franja comprendida entre los dos trópicos, incluida Madagascar y, como la mayor parte de las especies del género Cylas, tiene como hospedador principal a la batata, aunque en citas bibliográficas también se nombran como cultivos hospedantes el maíz y el algodón. No es una plaga de cuarentena para la Unión Europea ni se encuentra incluida en las listas de alerta de la Organización Europea de Protección de Plantas (EPPO).
El Servicio de Sanidad Vegetal de la Comunidad Valenciana recomienda algunos métodos de control culturales de C. puncticollis. Entre ellos, el adelanto de la fecha de plantación o empleo de variedades de ciclo corto; la rotación de cultivos, dejando de cultivar boniatos durante dos años, y evitando otros que puedan ser huéspedes de esta plaga, como maíz o algodón; el uso de material vegetal destinado a la plantación controlado oficialmente; la solarización en los meses de verano para elevar la temperatura del suelo a más de 60 ºC y eliminar así larvas, pupas y adultos; y la eliminación de las ricias en las fincas, evitando dejar plantas o tubérculos aislados después de la recolección.
ASAJA Alicante calcula que C. puncticollis afecta actualmente al 30% de las 800 hectáreas cultivadas en municipios como Guardamar, Rojales, Catral, San Fulgencio, Almoradí y Orihuela. Con una producción estimada de 40 millones de kilos y un valor económico de unos 20 millones de euros, el cultivo está “en peligro de desaparecer en la próxima campaña si no se toman medidas urgentes”, asegura la organización agraria, que reclama la autorización excepcional de insecticidas que sean eficaces para el control de la plaga.
El boniato, aunque considerado como un cultivo menor, es de gran relevancia e importancia agrícola y económica en algunas zonas de la Comunidad Valencia, como la Vega Baja del Segura. Esta comarca, conocida por su tradición hortofrutícola, ha diversificado su economía con este cultivo estratégico que genera empleo y sostenibilidad. Sin embargo, la falta de estrategias efectivas contra esta especie “agrava la situación, especialmente tras años de sequía y presión de otras amenazas”, advierte ASAJA Alicante, que exige al Gobierno medidas urgentes y efectivas para erradicar la plaga y proteger la economía local.